Este viernes, una tragedia sacudió la región serrana de Veracruz, cuando siete personas perdieron la vida en un brutal ataque mientras viajaban en una camioneta. La violencia, asociada al narcotráfico y conflictos políticos, ha sumido a la entidad en una espiral de caos.
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Según fuentes policiales, el terrible suceso ocurrió por la mañana en la colonia Centro del municipio de Acultzingo, situado en la región montañosa central. Ante este acto atroz, se desplegó un operativo de seguridad, con la participación de corporaciones locales, la Guardia Nacional y el Ejército mexicano.
Los cuerpos sin vida de las víctimas, cinco hombres y dos mujeres, yacían esparcidos en el suelo, la mayoría alrededor de la camioneta, la cual quedó bajo custodia de la Fiscalía General del Estado (FGE) para dar inicio a las investigaciones y realizar la identificación correspondiente.
se inició carpeta de investigación por la localización de siete cuerpos correspondientes a cinco hombres y dos mujeres, quienes perdieron la vida por proyectil de arma de fuego.
— FGE Veracruz (@FGE_Veracruz) February 23, 2024
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Hasta el momento, las autoridades no han revelado las identidades de las víctimas, ni han señalado posibles sospechosos o motivaciones del crimen. Este trágico suceso se suma a una ola de violencia que ha sacudido Veracruz en medio del proceso electoral para renovar el Gobierno estatal y 50 diputaciones locales.
En lo que va del año, la entidad ha sido testigo de hechos impactantes, como el descubrimiento, a finales de enero, de al menos ocho cuerpos desmembrados en dos vehículos en el puerto de Tuxpan. Además, se han registrado los asesinatos de un dirigente local del partido izquierdista de la Revolución Democrática (PRD) y del presidente municipal de Sayula de Alemán, Andrés Valencia Ríos, miembro del partido opositor Acción Nacional (PAN).
Veracruz ha padecido la violencia durante décadas, en gran medida debido a la actividad de cárteles de la droga, que han expandido sus operaciones al secuestro, tráfico de migrantes y extorsión a empresarios. La mayoría de estos actos se atribuyen a la lucha territorial entre distintos grupos delictivos.