En la rueda de prensa matutina celebrada en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó rotundamente la idea de que los próximos comicios de junio de 2024 se conviertan en una «elección de Estado».
En un ataque directo contra sus detractores, el mandatario destacó su firme deseo de que el pueblo mexicano ejerza su derecho al voto de manera libre el primer domingo de junio. «¿Qué están insinuando ahora? ¿Elección de Estado? ¿Cuál elección de Estado? Queremos que la población elija libremente al candidato o candidata de su preferencia», declaró con vehemencia.
En el Salón Tesorería, López Obrador enfatizó que el movimiento de la Cuarta Transformación había enfrentado auténticas elecciones de Estado en el pasado. «Nosotros sufrimos elecciones de Estado, éramos testigos de los fraudes electorales, los que ahora se erigen como defensores de la libertad y la democracia eran los mismos que aplaudían esos fraudes. Recuerdo cómo respaldaron el fraude del 2006», recordó el presidente.
Al abordar la cuestión de la libertad de expresión y manifestación, López Obrador puntualizó: «¿Fraude de Estado? ¿Dónde? ¿Quién ve restringida su libertad de expresión o manifestación? A nadie».
El mandatario también se refirió a los periodistas en México, expresando sus buenos deseos para todos. Afirmó que, a pesar de no haber una dictadura en México durante su Gobierno, existen «mensajes de ida y vuelta». «Que viva la libertad, pero en la democracia, la comunicación implica diálogo. En una dictadura, solo habla uno. ¿Ellos hablan o no hablan? Así que podemos debatir», concluyó en el Salón Tesorería.
Reducción jornada laboral
También instó este martes a que los legisladores dialoguen con los empresarios antes de respaldar la enmienda constitucional que reduciría la duración semanal de trabajo de 48 a 40 horas, aunque se abstuvo de manifestar su postura al respecto.
Mi planteamiento es que, en este caso, se finalice la discusión y el debate en el Congreso de los Diputados sobre esta propuesta, y se convoque a empresarios, a todos, para resolverlo allí. Esa fue mi posición y es la que mantengo», expresó el jefe de Estado en su conferencia de prensa diaria.
El líder mexicano se refirió a la modificación del Artículo 123 de la Constitución, que ahora establecería dos días obligatorios de descanso a la semana en lugar de uno, iniciativa presentada por la diputada Susana Prieto del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
A pesar de que la iniciativa estaba programada para ser sometida a votación en diciembre pasado, el presidente solicitó en ese momento más debates con los empresarios, lo que llevó a los coordinadores de Morena en el Congreso a posponer su discusión hasta el próximo periodo de sesiones, que inicia el 1 de febrero.
La ambigüedad del presidente ha generado controversia, ya que ha respaldado otras propuestas relacionadas con los derechos laborales, como el aumento del salario mínimo, una futura reforma de pensiones, la democracia sindical y la eliminación del subcontratación u ‘outsourcing’.
«Continuaremos respaldando a los trabajadores, sin duda, mediante la política salarial, la política de pensiones y la distribución de utilidades (beneficios empresariales). Les adelanto a los trabajadores que se avecina un significativo aumento en la distribución de utilidades, como nunca antes», argumentó.
México figura entre los países con mayor cantidad de horas laborales al año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que señala que los mexicanos trabajan 2,124 horas anuales, superando a Costa Rica (1,913), Rusia (1,874) y Japón (1,598).
La reforma, que sería la primera en más de un siglo relacionada con la jornada laboral, enfrenta desafíos, ya que, al ser de carácter constitucional, requiere la aprobación de una mayoría calificada de dos tercios de los diputados y senadores, así como de la mayoría de los 32 congresos estatales.
Retirada de Ron DeSantis
Además habló sobre la retirada del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de la contienda por la nominación presidencial republicana en Estados Unidos se atribuye a su postura antiinmigrante.
López Obrador señaló que DeSantis tenía la oportunidad de destacar, pero optó por inmiscuirse en una campaña contraria a los inmigrantes, creyendo que esto le sería beneficioso, y en cambio, experimentó un declive abrupto, desplomándose en su intento presidencial.
