El presidente Andrés Manuel López Obrador recalcó un intento de fabricación de hechos tras el reciente asesinato de un normalista de Ayotzinapa a manos de un policía de Guerrero. López Obrador aseguró que este suceso desencadenó una serie de acciones que no correspondían a la realidad.
Enfatizó que la Fiscalía General de la República (FGR) ha asumido el caso y se compromete a investigar exhaustivamente, incluyendo a todos los involucrados, desde los uniformados hasta los funcionarios estatales separados de sus cargos por el crimen.
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Durante la conferencia matutina celebrada en La Paz, el presidente reiteró la ausencia de relaciones de complicidad en su gobierno y prometió que no permitirá que las investigaciones sobre este asesinato se vean empañadas por la falta de transparencia, como ocurrió en casos similares durante el sexenio anterior.
López Obrador respaldó la decisión de la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, de aceptar renuncias y solicitar remociones en su administración en respuesta al incidente. Además, informó que dos sospechosos están bajo custodia y se busca al tercero, quien se encuentra prófugo.
Al ser cuestionado sobre la posible implicación del ex titular de Seguridad Pública estatal, el presidente instó a la Fiscalía a investigar a todos los involucrados sin excepción, reafirmando su compromiso con la justicia y la transparencia.
En relación a la impugnación de la separación de la fiscal Valdovinos, López Obrador respetó su derecho y recordó que corresponde al Congreso estatal aprobar o rechazar su remoción de acuerdo a la Constitución.
Ante la propuesta del senador Ricardo Monreal de actuar como intermediario con las familias de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, el presidente expresó su preferencia por dialogar directamente con los padres, desconfiando de intermediarios y abogados que promuevan acciones discordantes con el diálogo pacífico.
