En el XII Congreso Mexicano de Arrecifes Coralinos, celebrado recientemente en Baja California, expertos manifestaron su profunda preocupación por el estado crítico y las crecientes presiones que enfrentan los arrecifes coralinos en México. El año 2023 ha sido catalogado como «especialmente devastador» para los corales del país debido a las altas temperaturas del agua provocadas por el evento El Niño.
La Sociedad Mexicana de Arrecifes Coralinos (SOMAC) informó que el aumento de la temperatura del agua ha causado un estrés significativo sobre los corales, derivando en un fenómeno conocido como blanqueamiento. Este fenómeno ha resultado en la muerte masiva de corales en las costas del Pacífico, el Caribe y el Golfo de México, afectando a decenas de millones de corales y causando una extensa devastación de los arrecifes.
Desde la década de 1980, se ha documentado la degradación de los arrecifes, particularmente en el Caribe, debido a la mala calidad del agua y el desarrollo costero, que incluye deforestación, cambio de uso del suelo, y la aportación de nutrientes y contaminantes. A estos factores ahora se suman los efectos del cambio climático, que agravan aún más la situación de los arrecifes.
La SOMAC sostiene que no existen soluciones fáciles ni sencillas para detener las amenazas y revertir el deterioro severo de los arrecifes. Por ello, subraya la necesidad de que los esfuerzos de restauración se integren con estrategias locales de manejo. La situación es extremadamente preocupante, y por ello, la SOMAC hace un llamado a la acción coordinada entre la sociedad y los diferentes niveles de gobierno en temas de desarrollo costero, manejo de aguas residuales y cambio climático.
Asimismo, la Sociedad Mexicana de Arrecifes Coralinos pidió a las autoridades que destinen recursos económicos, materiales y humanos para revertir la degradación de estos ecosistemas y preservar los servicios ambientales que brindan los arrecifes coralinos.
Este llamado busca fortalecer las medidas de conservación y restauración, esenciales para proteger los arrecifes coralinos, vitales tanto para la biodiversidad marina como para las comunidades costeras que dependen de ellos.