El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su deseo de que se elijan jueces sin necesidad de experiencia previa en su propuesta de reforma judicial. Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador señaló que su iniciativa originalmente requería que los jueces, magistrados y ministros tuvieran al menos cinco años de experiencia, pero admitió que fue un error.
“Se nos fue en la iniciativa de que tienen que tener cinco años de experiencia los que puedan participar como jueces, magistrados y ministros. Yo he estado en contra de eso y sin embargo se nos pasó”, afirmó.
El presidente mexicano defendió la idea de que los recién graduados de las universidades, con su frescura y entusiasmo, están mejor preparados para hacer valer la ley. Yo soy más partidario de que una mujer, un hombre que se titula como abogado, sale pues con mucho entusiasmo de hacer valer la ley, está lleno de frescura, de ideales, de llevar a la práctica la máxima de que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie”, dijo.
López Obrador cuestionó la necesidad de tanta experiencia, argumentando que con el tiempo, los profesionales pierden la mística y adoptan prácticas diferentes. “Ya cuando va pasando el tiempo, ya a los cinco años, ya ni hablemos. Porque antes ya casi todos los requisitos es 10 años de experiencia, ya a los 10 años ya saben bastante, ya perdieron la mística, ya la fueron dejando en el camino, ya aprendieron otras cosas. Siempre dicen ‘no y la experiencia’. Si van a ser abogados titulares en la escuela y, si hace falta un curso especial, se lleva a cabo sobre la función específica de un juez. ¿Qué…? ¿Es muy compleja la impartición de justicia?”, puntualizó.
El mandatario aclaró que la reforma judicial no es una venganza. “Es importante la reforma al Poder Judicial, no es venganza ni nada, nosotros pensamos que esto va a ayudar mucho para que no haya impunidad, que se viva en un auténtico Estado de Derecho”, subrayó.
La polémica reforma judicial, presentada por López Obrador en febrero, propone no solo la elección por voto popular de los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sino también de los integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), de un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial y de todos los jueces de distrito y magistrados de circuito del país.