En el transcurso del primer mes de precampaña presidencial, las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez han delineado sus estrategias de campaña, marcando diferencias notables en sus enfoques y desembolsos financieros.
Los gastos en precampaña
Claudia Sheinbaum, abanderada de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT, y Partido Verde), ha informado un gasto total de 13.4 millones de pesos. La mayor parte de estos recursos, un promedio de 446,777 pesos diarios, se ha dirigido hacia eventos masivos, destacando la reciente «gira de las corcholatas». Hasta el 19 de noviembre, el partido Morena contribuyó con el 99% de los recursos para las giras y promoción de Sheinbaum, mientras que el Partido Verde y el PT registraron gastos menores.
Por otro lado, Xóchitl Gálvez, la precandidata de la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI, y PRD), ha invertido significativamente más, alcanzando los 23.2 millones de pesos en el mismo periodo. Su estrategia se ha centrado principalmente en la promoción en redes sociales e internet, con un promedio de gastos diarios de 773,836 pesos. Los aportes provienen mayormente del PAN con 11.2 millones, seguido por el PRI con 11.9 millones y el PRD con 11,500 pesos.
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Sheinbaum ha optado por eventos masivos, acumulando 40 actividades públicas clasificadas como «onerosas» por la alta participación y logística. Mientras tanto, Gálvez ha priorizado encuentros con simpatizantes, diálogos ciudadanos y foros, sumando un total de 38 eventos públicos, de los cuales 28 se clasifican como «no onerosos».
Distribución de gastos
En cuanto a la distribución de gastos, Sheinbaum ha destinado 3.6 millones a redes sociales e internet, 962 mil pesos a espectaculares, y más de medio millón en impresos. Por su parte, Gálvez ha asignado el 60% de sus recursos, es decir, 13.9 millones, a redes sociales e internet, con un anuncio adicional de implementar inteligencia artificial en su campaña.
Ambas precandidatas han entregado la información de sus gastos al Sistema Integral de Fiscalización del INE, que se encargará de revisar posibles irregularidades y asegurar el cumplimiento de los topes de gastos de precampaña.
Este escenario financiero refleja las distintas estrategias y enfoques adoptados por las precandidatas, marcando el inicio de un periodo electoral que promete ser intensamente disputado en diversos frentes.