Hoy, en una región selvática del norte de Colombia, se ha reportado el desplome de un helicóptero MI-17, de fabricación rusa, en el que viajaban nueve militares. Según fuentes castrenses, la aeronave, recientemente acondicionada con repuestos usados, se dirigía a abastecer de comida y pertrechos a tropas que operan en la región del sur de Bolívar, donde se enfrentan a estructuras paramilitares del Clan del Golfo.
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El presidente Gustavo Petro lamentó el incidente desde su cuenta oficial, destacando el enfrentamiento de las unidades militares con el Clan del Golfo en las últimas semanas. Campesinos de Santa Rosa del Sur, municipio cercano al lugar del accidente, fueron los primeros en confirmar que no hubo sobrevivientes entre la tripulación del helicóptero, cuya caída ocurrió a las 1:50 de la tarde, según reportes del ejército.
El helicóptero formaba parte de una flotilla de diez MI-17 adquiridos entre 1996 y 2009 a Rusia, que se encontraban paralizados en tierra debido a problemas de mantenimiento derivados de la guerra entre Rusia y Ucrania, que afecta el suministro de repuestos.
Entre los nueve militares fallecidos se encuentran un teniente coronel, un mayor, dos sargentos, dos cabos y tres soldados profesionales, según informaciones del ministerio de Defensa.
