Donald Trump lanzó un video de campaña en el que resalta los “errores” que, desde su visión como parte del partido Republicano, ha cometido el gobierno Demócrata. Durante un minuto con cuarenta segundos, la narrativa del video se centra en hablar de que la administración en turno es “una invasión a los Estados Unidos” que “llenan las calles de veneno”.
El primer minuto se centra en descalificar al gobierno de Joe Biden a partir de los siguientes argumentos:
- Amenazas nucleares
- Envío a la guerra de los más jóvenes
- Una mujer es hombre; un hombre es mujer
- Decir que las creencias de siempre son mentira
- Crimen disparado
- Inflación fuera de control
- Nación en decadencia
Y, para los últimos cuarenta segundos, la narrativa coloca a Donald Trump como un mesías que:
- Pondrá a globalistas, elitistas y corruptos en su lugar
- Traerá de vuelta el orgullo y el sueño americano
- Le dirá al mundo “No te metas con nosotros”
- Se enfocará en “los verdaderos dueños de estas tierras”
- Forma parte de un movimiento orientado en “las verdaderas prioridades”
- Volverá a hacer de EEUU un “lugar grandioso para sus habitantes”
La plataforma de gobierno planteada por este video de menos de dos minutos consiste en conectar con una ciudadanía ideológicamente lista para recibir esta serie de mensajes conservadores: siete bulletpoints orientados a descalificar al oponente; seis centrados en decir que las creencias del pasado, y su restauración, vaticinan un “mejor Estados Unidos”.
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El mensaje general invita a pensar la homofobia, el clasismo o el uso de la fuerza contra otras naciones como fundamentos de la supremacía de Estados Unidos. El audiovisual recorre ya las redes sociales; un discurso centrado en la retórica de la Alemania nazi, de la que Joe Biden ya había hablado hace algún tiempo a propósito de la visión de Trump sobre la migración.
Votantes jóvenes y mayoría en al menos seis estados indecisos colocan este video en la mira no ya por su contenido convervador, sino por el potencial que encuentra para funcionar entre la ciudadanía de un país que elegirá presidente el próximo 5 de noviembre y que tiene en sus manos la decisión de regresar un conservadurismo recalcitrante al poder, o seguir apostando por propuestas originadas en un giro ideológico.