Donald Trump habló con Vladímir Putin sobre la guerra en Ucrania: aconseja no intensificar el conflicto
El virtual presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladímir Putin, el pasado jueves, en la que discutieron la situación de la guerra en Ucrania, según reportó el Washington Post este domingo, citando fuentes familiarizadas con el asunto.
Durante la charla, Trump aconsejó a Putin que no intensificara el conflicto en Ucrania y le recordó «la considerable presencia militar de Washington en Europa», según la publicación. Este intercambio se produce en un contexto delicado, con la guerra en Ucrania desatándose desde 2022 y continuando sin resolverse, mientras que las tensiones entre las potencias occidentales y Rusia permanecen altas.
El exmandatario republicano, que durante su campaña electoral afirmó que encontraría una solución para poner fin a la guerra «en un día», no detalló cómo planeaba lograr este objetivo. Sin embargo, su conversación con Putin fue un indicio de su enfoque potencial para manejar la crisis, al menos en sus primeras interacciones diplomáticas.
El miércoles previo a su charla con Putin, Trump también habló con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, según fuentes de medios de comunicación, lo que subraya el enfoque diplomático de Trump en su proceso de transición hacia la presidencia.
Por su parte, el Kremlin señaló el viernes que Putin estaba dispuesto a dialogar sobre el conflicto con Trump, pero advirtió que este interés en la conversación no implicaba una disposición a cambiar las condiciones que Rusia ha planteado para poner fin a la guerra. En junio de 2024, Putin estableció un conjunto de condiciones claras: Ucrania tendría que renunciar a sus aspiraciones de unirse a la OTAN y retirar sus tropas de las cuatro regiones que Rusia anexó de manera unilateral en 2022. Esta propuesta fue rechazada rotundamente por Ucrania, que la consideró inaceptable y equivalente a una rendición.
El presidente ucraniano, Zelenski, ha seguido insistiendo en un «plan de victoria» que incluye mayores suministros de apoyo militar de Occidente para fortalecer la defensa de su país frente a la invasión rusa.