
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decretó un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad, en respuesta a la creciente tensión provocada por las redadas migratorias y las protestas que han persistido durante los últimos cinco días. La medida comenzará a aplicarse este martes a partir de las 20:00 horas y se extenderá hasta las 6:00 de la mañana del miércoles, con posibilidad de prolongarse por varios días.
El perímetro afectado por esta restricción abarca un área aproximada de 2.5 kilómetros cuadrados, donde se han concentrado las manifestaciones más intensas tras el despliegue de tropas federales ordenado por el presidente Donald Trump.
Karen Bass explicó que el toque de queda busca prevenir actos vandálicos y garantizar la seguridad pública, luego de que grupos de manifestantes se negaran a dispersarse durante las noches previas. El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, informó que 67 personas fueron detenidas este martes por bloquear ilegalmente la Autopista 101, uno de los principales accesos a la ciudad.
De acuerdo con las autoridades, el toque de queda no aplicará para residentes dentro de la zona delimitada, personas en situación de calle, periodistas acreditados, así como personal de servicios de emergencia y seguridad pública.
Las protestas se originaron el pasado viernes tras operativos realizados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que derivaron en redadas masivas contra migrantes. Ante la tensión, el gobierno federal envió miles de soldados a la ciudad, una decisión que ha sido criticada por las autoridades locales, quienes acusan a Trump de escalar innecesariamente el conflicto social.