La «enfermedad del ciervo zombi,» conocida como caquexia crónica, ha generado preocupación entre los científicos tras la reciente identificación del primer caso en la historia del Parque Nacional de Yellowstone, uno de los destinos turísticos más populares de Estados Unidos.
La enfermedad, originada en animales en cautiverio en la década de 1960 y extendida a la vida silvestre en la década de 1980, ha vuelto a la atención pública al registrarse el caso en Yellowstone en noviembre de este año. Expertos temen que el virus responsable de esta extraña afección pueda propagarse a los seres humanos.
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En una entrevista con el diario británico The Guardian, el Dr. Cory Anderson destacó similitudes con el caso de las «vacas locas» y advirtió sobre la posibilidad de que el problema se vuelva caótico si afecta a los humanos.
El virus
El virus de la «enfermedad del ciervo zombi» se ha extendido a más de 31 estados de EE. UU., con informes también en dos provincias canadienses y, sorprendentemente, en Corea del Sur, según el Servicio Geológico estadounidense.
La caquexia crónica, causada por priones, afecta a ciervos, alces y renos. Los animales infectados pueden experimentar pérdida de peso, tropiezos, apatía y síntomas neurológicos. Aunque no hay casos reportados en humanos hasta el momento, los científicos no descartan la posibilidad y advierten sobre la falta de tratamientos efectivos para esta enfermedad mortal.
Desde 1997, la Organización Mundial de la Salud recomienda evitar el consumo de agentes de enfermedades priónicas conocidas, subrayando la necesidad de seguir medidas preventivas ante la potencial amenaza que representa la «enfermedad del ciervo zombi.» La situación está siendo monitoreada de cerca por las autoridades sanitarias y científicos, quienes buscan comprender y controlar esta creciente preocupación epidemiológica.