El resultado de las elecciones al Parlamento Europeo del día de ayer indican un cambio de tendencia en las políticas de la UE y previsiblemente nuevas orientaciones en contra de lo legislado en este último periodo 2019-224. El Parlamento Europeo eligió a los 720 escaños que lo componen. La fuerza más votada fue el Partido Popular Europeo (PPE) que obtuvo 189 escaños, incrementado 10 respecto de la anterior legislatura. La segunda opción más votada, el grupo de Socialistas y Demócratas (S&D), se hizo con 135 escaños. La tercera, con 80 escaños, es el bloque Renew Europe, integrada por centristas, liberales y socioliberales. Estos tres bloques garantiza relativa estabilidad al PE, reteniendo el poder de decisión como hasta ahora.
Pero la revolución se aprecia a partir del cuarto bloque que exhibe la significativa subida de los llamados partidos de ultraderecha. Conservadores y Reformistas (ECR), en que se encuentra VOX y el partido italiano de Giorgia Meloni, consiguió 72 diputados. Identidad y Democracia (ID), que registra a Agrupación Nacional fuerza de Marine Le Pen, ganó 58 escaños, mostrando el auge de la ultraderecha europea y que, en el caso de Francia, ha provocado la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones generales por parte del Presidente de la República, Emmanuel Macron.
La composición del nuevo PE, marcado por la presencia decisiva de la ultradercha, se debe a diferentes causas: la creciente polarización, el descontento de los ciudadanos europeos con las políticas de migración, el deterioro de la economía, descontento con la gestión de la UE, la guerra Ucrania-Rusia y la seguridad. Los países europeos en que ha ganado la ultraderecha son Francia, Italia, Austria, Hungría y Bélgica. Ha incrementado sus votos de manera importante en Alemania y Países Bajos.
