Vladimir Putin, presidente de Rusia, amenazó ayer martes a países de la OTAN, “sobre todo pequeños”, del riesgo que implica que Ucrania utilice armamento occidental contra objetivos ubicados en suelo ruso. Respondía así a las declaraciones de hace unos días del gobierno letón que aprobaba el uso de armas occidentales para atacar a Rusia. De gira en Uzbekistán, Putin enfatizaba en conferencia de prensa antes de regresar a Moscú: “Los representantes de los países miembros de la OTAN, sobre todo en Europa, sobre todo los países pequeños, deben tomar conciencia de con qué están jugando”.
Ha insistido en que continuará con su estrategia bélica “sin importar quién esté en el territorio de Ucrania”, en referencia a las autoridades polacas quienes no descartan desplegar sus tropas en territorio ucraniano. Desde Taskent, capital de Uzbekistán, ha subrayado: “las autoridades polacas declaran que están listas para enviar sus contingentes […] hay muchos mercenarios de Polonia allí, si algunos contingentes de países europeos entran junto con los polacos, estos podrán irse, pero los polacos nunca saldrán”.
Ha responsabilizado a Occidente de haber impulsado la última ofensiva sobre el noroeste de Járkov, ciudad en torno a la que el ejército ruso está levantando una zona de seguridad con objeto de repeler los ataques del ejército ucraniano y sus aliados: “Todo lo que está sucediendo ahora en torno a las afueras de Járkov se debe a sus provocaciones […] Si atacan zonas residenciales, nos veremos obligados a crear zonas de seguridad”. Ha recordado las consecuencias de las agresiones de Ucrania a ciudades rusas como Bélgorod, objetivo frecuente de las fuerzas de Kiev: “Ahora están recogiendo estos frutos […] esta constante escalada puede tener consecuencias graves, y si estas consecuencias graves ocurren en Europa, ¿cómo se comportará en Estados Unidos?”; aprovechando para denunciar el “comportamiento imperial” del gobierno de Washington.
Ha concluido con un mensaje de advertencia a Kiev de que cesen las armas puesto que es “imposible” que puedan vencer y, además, “no parece que sientan lástima de su propia gente”: “Este es el problema y la tragedia de Ucrania, no consideran a esta gente como suya. No protegen los intereses del pueblo ucraniano”.