Los agricultores europeos han desatado protestas en toda la región, manifestándose mediante el bloqueo de calles con tractores, la obstrucción de puertos y lanzando huevos al Parlamento Europeo en respuesta a una amplia gama de quejas, desde regulaciones ambientales hasta exceso de burocracia. «Ya no ganamos la vida con nuestra profesión», lamentó un agricultor en París en una entrevista con CNN.
Aunque las protestas más notables han tenido lugar en Francia, se han llevado a cabo acciones similares en Italia, España, Rumanía, Polonia, Grecia, Alemania, Portugal y Países Bajos.
A pesar de que la agricultura contribuye solo con el 1.4% al PIB de la Unión Europea (UE), según las últimas cifras, las protestas han demostrado que los agricultores pueden causar trastornos significativos, como se evidenció el año pasado en Europa del Este con bloqueos en cruces fronterizos debido a importaciones baratas de Ucrania.
Tanto los Gobiernos nacionales como la UE se encuentran bajo presión para abordar estas nuevas manifestaciones.
¿Qué está sucediendo y dónde?
Esta semana, las protestas alcanzaron el corazón de la Unión Europea cuando llegaron a Bruselas, coincidiendo con una cumbre sobre Ucrania. Los agricultores, acampando frente al Parlamento, lanzaron huevos y realizaron protestas ruidosas.
En Bélgica, bloquearon cruces fronterizos con Países Bajos, causando demoras, mientras que en Francia, las carreteras principales hacia París, Lyon y Toulouse fueron bloqueadas por granjeros que instalaron tiendas de campaña y encendieron hogueras.
Grecia y Portugal también experimentaron marchas de tractores y bloqueos de carreteras, mientras que en Alemania, miles de agricultores paralizaron ciudades, manifestándose contra el intento del Gobierno de recortar subsidios al diésel.
Las protestas recuerdan a las del año pasado en Europa del Este, cuando los agricultores protestaron contra las importaciones baratas de granos ucranianos.
Reclamos y Respuestas Gubernamentales
Las protestas abordan una serie de preocupaciones, desde regulaciones económicas y ecológicas hasta reclamos específicos de cada país.
Los agricultores sostienen que los costos de energía, fertilizantes y transporte han aumentado, exacerbados por la guerra en Ucrania. Además, los gobiernos han intentado contener el aumento de los precios alimentarios en medio de la inflación.
A nivel europeo, la Comisión Europea cedió parcialmente, anunciando un retraso en las normas que obligaban a los agricultores a reservar tierras para fomentar la salud del suelo y la biodiversidad. También extendieron la suspensión de derechos de importación sobre las exportaciones ucranianas.
A nivel nacional, algunos gobiernos, como Alemania y Francia, han dado pasos para suavizar medidas impopulares, pero los agricultores exigen más acciones.
Las protestas también han creado tensiones en torno al Pacto Verde Europeo, con agricultores resistiéndose a regulaciones ambientales más estrictas.
¿Qué Sigue?
Aunque se han otorgado concesiones, los agricultores insisten en que las medidas tomadas hasta ahora no son suficientes. Las protestas también han alimentado la reacción contra la UE antes de las elecciones al Parlamento Europeo en junio, proporcionando una plataforma para partidos de extrema derecha.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, se enfrenta a la presión de su propio partido para suavizar la legislación ecológica. La reacción de los agricultores podría tener un impacto significativo en el panorama político europeo, como se evidenció en las elecciones neerlandesas del año pasado.