A las 8,30 horas de esta mañana hora de Madrid, en las escaleras del Palacio de la Moncloa, Pedro Sánchez, presidente de España, ha emitido una declaración en español e inglés en que ha reconocido de manera oficial el Estado a Palestina, aprobado posteriormente por el Consejo de Ministros.
Junto a España, se han posicionado Irlanda y Noruega. Israel ha criticado la medida con vehemencia. Sánchez ha pedido la vuelta a las fronteras de 1967, cuya consecuencia es la devolución de los Altos de Golán que Israel arrebató a Siria, y la creación de un corredor humanitario entre Gaza y Cisjordania.
La propuesta de Sánchez se opone a actuaciones de otros gobiernos como los de Estados Unidos y recientemente Argentina que han reconocido a Jerusalén como capital de Israel.
Para Sánchez, “se trata de una decisión histórica que tiene como objetivo contribuir a que israelíes y palestinos alcancen la paz”. Además, ha mostrado su “rotundo rechazo a Hamás” a pesar de que gobierna los territorios de Gaza y ha solicitado que Palestina sea gobernado por la Autoridad Nacional Palestina, actualmente manejada por la organización Al Fatah o Movimiento Nacional de Liberación de Palestina, heredera de la Organización para la Liberación de Palestina de Yasir Arafat.
Para el gobierno de España, “el reconocimiento no es sólo una cuestión de justicia histórica con las aspiraciones legítimas del pueblo de Palestina, es una necesidad perentoria si queremos lograr la paz”, pues “es la única manera de avanzar hacia la solución que reconocemos como posible con un Estado palestino que conviva con Israel en paz y seguridad”.
El presidente de España ha agregado que “es una decisión que no adoptamos contra nadie. Menos aún en contra de Israel, un pueblo amigo al que respetamos y con el que queremos tener la mejor relación posible”.
