La Fiscalía francesa anunció la detención del fundador y consejero delegado de Telegram, Pável Dúrov, en el marco de una investigación que abarca una docena de cargos graves, incluyendo complicidad en la difusión de imágenes pedófilas, estafa y tráfico de estupefacientes.
La investigación judicial fue abierta el pasado 8 de julio, tras una serie de pesquisas preliminares llevadas a cabo por la sección de lucha contra la cibercriminalidad de la Fiscalía de París. Según el comunicado oficial, los cargos contra Dúrov incluyen complicidad en la administración de una plataforma en línea que facilitó transacciones ilícitas de bandas organizadas, así como su negativa a colaborar con las autoridades al no compartir información crucial para prevenir actos ilegales.
Además, se le acusa de complicidad en estafas, tráfico de drogas, y la posesión y difusión de imágenes de contenido pedófilo. Otros cargos incluyen el blanqueamiento de dinero procedente de crímenes y delitos relacionados con el funcionamiento de Telegram, especialmente en lo referente al encriptado de la aplicación.
Uno de los cargos más graves es el de «asociación con malhechores para cometer un crimen o delito castigado con al menos cinco años de prisión». La Fiscalía confirmó que, en este contexto, Dúrov fue interrogado por los investigadores y que su detención provisional, iniciada el 25 de agosto, podría extenderse hasta 96 horas, debido a la gravedad de las acusaciones.
La revelación de estos cargos se produjo poco después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, rechazara las insinuaciones de que el arresto de Dúrov fuera una «decisión política». En un mensaje publicado en X, Macron condenó la difusión de «información falsa» sobre el caso y subrayó que el sistema judicial debe actuar con total independencia.
Pável Dúrov, de 39 años, fue arrestado el pasado viernes por la noche al aterrizar en el aeropuerto privado de Le Bourget, cerca de París. El multimillonario, de origen ruso, cuenta con las nacionalidades rusa, francesa y de Emiratos Árabes Unidos, y reside en Dubái, donde también se encuentra la sede de Telegram.
Tras su arresto, Telegram emitió un comunicado en el que aseguró que la plataforma «cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales», y afirmó que su moderación se ajusta a los estándares de la industria, y está en constante mejora.
