Este martes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha firmado una orden ejecutiva para restringir las solicitudes de asilo en la frontera norte, en lo que se considera que es una de las medidas más duras y que parece inseparable de las elecciones presidenciales de noviembre.
La orden, que entra en vigor este mismo martes, faculta a las autoridades estadounidenses a proceder contra quienes no cumplan escrupulosamente los requisitos de asilo una vez que se superen las 2.500 detenciones diarias en la frontera.
El protocolo para tramitar asilo se volverá a relajar cuando la cifra disminuya a 1.500 detenciones en promedio durante dos semanas, lo que se antoja complicado porque la última vez que se llegó a esta cifra fue en medio de la pandemia.
Las medidas contemplan que los migrantes que no sean capaces de demostrar que reúnen los requisitos para solicitar asilo serán deportados en horas o días. La situación de los solicitantes variará según su nacionalidad.
Mexicanos, cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos serán devueltos directamente a México en apego a los acuerdos firmados entre Washington y las autoridades mexicanas.
Aquellos que lleguen a la frontera desde otras partes tanto de dentro como de fuera del continente americano serán embarcados en vuelos y deportados a sus países.
La orden incluye excepciones de no aplicación a titulares de visados, menores no acompañados, víctimas de trata de personas, quienes sean objeto de atención médica urgente o de amenaza para su vida o de seguridad.
La nueva orden supone un giro a la política migratoria del gobierno de Biden
Resulta más llamativa si se recuerdan las críticas del presidente a las políticas de su antecesor, Donald Trump, que se tradujeron en revocar medidas de contención en la frontera que registraron cifras históricas de flujo de migrantes. Se estima que en la actual administración siete millones de migrantes cruzaron los puntos fronterizos.
En las últimas 24 horas se han producido 5.200 cruces de frontera entre México y Estados Unidos, con una media en la última semana de 5.000 diarios. En abril se contabilizaron 179.725 entradas ilegales que contrastan con los 211.992 de abril de 2023 y los 189.357 de marzo. Si bien las cifras actuales son inferiores a los máximos de 2022 y 2023, son elevadas si se comparan con las anteriores a 2021, Según reportes de Fox News.