En un comunicado emitido por la presidencia ecuatoriana de Daniel Noboa, se dejó claro que «no permitiremos que ningún individuo criminal evada la justicia».
Se especificó que Jorge Glas, «previamente sentenciado a prisión por la justicia ecuatoriana, ha sido arrestado esta noche y entregado a las autoridades correspondientes». Se subrayó que «cada embajada tiene el propósito fundamental de fomentar relaciones diplomáticas entre naciones». «Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político.
Jorge Glas ha sido condenado por un tribunal y tenía una orden de arresto emitida por las autoridades competentes». Se añadió que «Ecuador enfrenta un conflicto armado no internacional, cuyas consecuencias para la democracia y la paz ciudadana solo serán más graves si se toleran o permiten acciones que socaven el Estado de derecho, la soberanía nacional o la interferencia en asuntos internos».
El comunicado de la Presidencia de Ecuador afirmó que «al abusar de las inmunidades y privilegios otorgados a la misión diplomática que acogía a Jorge Glas, y conceder un asilo diplomático contrario al marco legal internacional, se procedió a su arresto». «Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad»
Se reiteró que «mantenemos nuestro respeto por el pueblo mexicano, que comparte nuestra determinación en la lucha contra la corrupción que afecta a nuestras naciones».
Qué pasó en la embajada de México en Quito
La noche del viernes 5 de abril, agentes de la Policía de Ecuador ingresaron a la Embajada de México en Ecuador para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien había recibido asilo político por el Gobierno mexicano y se encontraba desde diciembre pasado en la Embajada mexicana, lo que también fue considerado como un acto de intervención.
Esto provocó que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenara de inmediato el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Ecuador, mientras que el Gobierno mexicano ha anticipado su intención de acudir a la Corte Internacional de Justicia para denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al Derecho Internacional.
López Obrador agradeció los mensajes de solidaridad de mandatarios, líderes y organizaciones civiles tanto de México como de otros países, ante lo que calificó como un «lamentable incidente», mientras instaba a los mexicanos a no caer en provocaciones y a evitar el acoso.