El presidente Andrés Manuel López Obrador ha declinado su asistencia a la investidura del nuevo mandatario de Guatemala, Bernardo Arévalo, pese a haber expresado previamente su respaldo ante los desafíos presentados por fiscales guatemaltecos.
El mandatario mexicano, en lugar de su presencia, envió un saludo fraterno a los guatemaltecos, felicitándolos por resolver democráticamente la transición gubernamental.
Esta ausencia contrasta con la información proporcionada por el Ministerio de Relaciones Exteriores guatemalteco el 4 de enero, que confirmaba la presencia de López Obrador, junto a otros 10 jefes de Estado, incluyendo al rey de España, Felipe VI, y líderes de Chile, Costa Rica, Honduras, Colombia, Paraguay, Ecuador, Panamá, Belice y Aruba.
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López Obrador, conocido por sus pocas giras internacionales durante sus casi seis años de mandato, justificó su ausencia citando una carga de trabajo significativa en este último año de su gobierno. Explicó que están finalizando obras para evitar dejar proyectos inconclusos.
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A pesar de no asistir, el presidente mexicano reiteró su respaldo a Arévalo, quien enfrentó obstáculos legales para asumir el cargo, y expresó confianza en que la investidura se llevará a cabo con éxito el próximo domingo. López Obrador destacó la resolución de la situación en Guatemala, asegurando que se respetó la voluntad del pueblo.
Arévalo asumirá la presidencia en un momento en que la frontera entre México y Guatemala ha sido testigo de un flujo migratorio sin precedentes desde Centroamérica en 2023, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
López Obrador mostró optimismo sobre el futuro de Guatemala bajo el liderazgo de Arévalo, destacando sus cualidades como un hombre serio, responsable y progresista.
