Joaquín Guzmán López fue fichado ayer en el Centro Correccional Metropolitano (MCC) de Chicago, una prisión federal de Illinois donde enfrenta junto con sus hermanos cargos por narcotráfico.
El hijo de Joaquín El Chapo Guzmán fue llevado de la frontera de Texas, donde fue detenido el jueves, al centro de la ciudad de Chicago sin pasar por una audiencia judicial preliminar donde se le informarían los cargos en su contra.
La excepción de esa audiencia significaría que Guzmán López pudo alcanzar un acuerdo con el Departamento de Justicia, por lo que no se le presentaron cargos en una corte, como ocurrió el viernes con Ismael El Mayo Zambada García. Guzmán López recibió el número de prisionero 08260-506.
El Chapito, como se le conoce por ser hijo de El Chapo Guzmán, engañó el jueves al co fundador del Cártel de Sinaloa, El Mayo Zambada, al decirle en Hermosillo, Sonora, que volarían a ver bienes raíces en el norte de México, pero la aeronave aterrizó en un aeropuerto privado en las inmediaciones de El Paso, donde ya lo esperaban oficiales federales.
Esa versión no la ha confirmado oficialmente el Departamento de Justicia, pero la publicó el diario The New York Times con detalles que le proporcionaron fuentes vinculadas con la detención.
Si Guzmán López entregó a El Mayo, que figuró por varias décadas entre los más buscados, va a mitigar los cargos en su contra y posiblemente también los que enfrenta su hermano Ovidio Guzmán preso en la capital estadunidense tras su extradición en septiembre pasado.
El Departamento de Justicia acusó que “los hijos de Guzmán Loera, conocidos colectivamente como Los Chapitos, contrabandean importantes drogas a través de México y a Estados Unidos. Los Chapitos son Iván Guzmán Salazar, de 40 años; Alfredo Guzmán Salazar, de 37; Joaquín Guzmán López, de 36, y Ovidio Guzmán López, de 33.
Zambada es uno de los traficantes más importantes de la historia de México, pero él y los hijos de El Chapo han tenido una relación díscola desde que su padre fue extraditado en 2017 a Estados Unidos, donde cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
Se espera que Guzmán López tenga una comparecencia inicial en una corte federal de Chicago la próxima semana, donde enfrenta cargos de narcotráfico y lavado de dinero, mientras que Zambada deberá volver a personarse ante el tribunal el jueves.
