Los equipos de campaña del presidente de Estados unidos y candidato demócrata, Joe Biden, y el candidato republicano y expresidente, Donald Trump, acordaron el formato y las reglas del primer debate hacia las elecciones de noviembre de 2024 organizado por la cadena CNN, que se celebrará el próximo 27 de junio, con una duración de hora y media, sin público presente y micrófonos que pueden inhibirse. Los periodistas de CNN Jake Tapper y Dana Bash serán los moderadores.
El debate tendrá lugar en la sede central de la cadena de televisión en la ciudad de Atlanta, en el estado de Georgia, aunque se citará a los candidatos tiempo antes del inicio a una hora por determinar.
Los equipos de campaña de ambos presidenciables negociaron el uso de escritorios idénticos y micrófonos que se pueden desactivar para respetar el límite de tiempo de las intervenciones. “Los micrófonos serán puestos en silencio durante todo el debate, salvo para el candidato que tiene el turno de palabra”, informó CNN que agregó que los presentadores, Tapper y Bash, “utilizarán todas las herramientas a su disposición para “hacer cumplir los tiempos y garantizar una discusión civilizada”.
El encuentro será de 90 minutos con dos interrupciones publicitarias en que los asesores no podrán acercarse a los candidatos.
Estarán prohibidas notas escritas con antelación al comienzo del debate, pero “los candidatos recibirán un bolígrafo, una libreta y una botella de agua”.
Los candidatos deben cumplir los requisitos que CNN exige para participar en el debate: deben ser elegibles para la presidencia de EEUU conforme a la Constitución y haber presentado una declaración formal de candidatura ante la Comisión Federal Electoral. Estos mismos requisitos son aplicables a los candidatos minoritarios Robert F. Kennedy Jr., Cornel West y Jill Stein.
Todos los participantes deben aparecer en un número de boletas que les permita alcanzar al menos 270 votos electorales que asegura la presidencia y recibir por lo menos el 15% de apoyo en las encuestas nacionales, exigencias que solo cumplen Joe Biden y Donald Trump y que descarta al resto de aspirantes.
Este debate se celebrará en medio de un ambiente enrarecido que afecta a ambos candidatos. Donald Trump fue condenado de 34 cargos semanas atrás por haber falsificado registros comerciales para comprar el silencio de la estrella del porno Stormy Daniels, con la que mantuvo relaciones íntimas, siendo el primer exmandatario condenado por la Justicia de la historia. El hijo de Joe Biden, Hunter, también ha sido condenado recientemente por portar un arma de fuego y haber mentido de no consumir estupefacientes a la hora de firmar el registro para adquirirla.
Otro asunto concierne a la edad de los candidatos, Biden con 81 años y Trump de 78, que genera dudas sobre su idoneidad entre los votantes. El caso del candidato demócrata es el más delicado, con episodios de ausencia y desorientación públicas, como el sucedido hace dos semanas en la cumbre de G7 celebrada en Italia en que la anfitriona Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, tuvo que auxiliar al mandatario norteamericano que inexplicablemente se había alejado del grupo en el momento de tomarse unas fotografías.
Es excepcional que se celebre un debate presidencial antes de que los respectivos partidos políticos hayan oficializado las candidaturas, pero en caso de Biden y Trump sus candidaturas están aceptadas desde primavera a la espera de formalizarse en las convenciones de los respectivos partidos que tendrán lugar respectivamente a inicios de agosto y finales de julio.
La cadena ABC se encargará de organizar el segundo y último debate presidencial.