El presidente chileno, Gabriel Boric, enfatizó la complejidad del proceso de reconstrucción tras los devastadores incendios en la región de Valparaíso, catalogados como los más mortales en décadas en Chile, cobrando la vida de 131 personas.
Boric reconoció que esta fase de recuperación «no será fácil» y proyectó que la tarea de reconstruir lo devastado por el fuego llevará «un par de años».
«Es importante ser realistas y no crear falsas esperanzas. Este es un desafío monumental», expresó el mandatario durante una conferencia de prensa desde el estadio Sausalito de Viña del Mar, una de las áreas más afectadas por los incendios, ubicada a unos 120 kilómetros al noroeste de la capital.
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Boric anunció la creación del Comité de Reconstrucción, que comenzará sus labores el próximo lunes y estará encabezado por la ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro. Este comité coordinará los esfuerzos para abordar esta tarea difícil y compleja.
El presidente subrayó que la reconstrucción se llevará a cabo «con la colaboración de los residentes y las autoridades municipales», e indicó que se iniciará la remoción de 50 mil toneladas de escombros en los próximos días.
«Contaremos con más maquinaria, especialmente trabajando durante la noche para aumentar la presencia del Estado», precisó.
Los incendios, que afectaron principalmente a cuatro comunas de la región de Valparaíso -Viña del Mar, Linares, Villa Alemana y Quilpué-, arrasaron más de 10 mil hectáreas y dejaron aproximadamente 12 mil hogares afectados, según cifras oficiales aún en proceso de consolidación. Mil 930 de estos hogares ya han comenzado a recibir ayuda económica estatal, y se espera que la próxima semana se entreguen 6 mil 500 bonificaciones adicionales.
En cuanto a la búsqueda e identificación de cuerpos, una tarea desafiante que ha avanzado lentamente debido a las dificultades para reconocer los cadáveres, el Servicio Médico Legal (SML) informó que se han identificado 79 personas hasta la fecha.
Los incendios, que iniciaron el 2 de febrero, se propagaron rápidamente debido a fuertes ráfagas de viento y altas temperaturas. La densidad poblacional en áreas de difícil acceso, combinada con la prolongada sequía en Chile, complicó las labores de extinción.
