Las Fuerzas Armadas de Ecuador irrumpieron en la sede diplomática de México en Quito, capital de Ecuador, en donde se encontraba refugiado el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien fue detenido y sacado a la fuerza.
En el asalto de policías y militares a la Embajada, el encargado de despacho, Roberto Canseco, se enfrentó a las fuerzas policiales reclamando la soberanía del territorio mexicano en esa nación. El representante mexicano cayó al suelo en el forcejeo con los militares, mientras en un par de camionetas blindadas se llevaban a Glas.