Uno de los primeros testigos de la Fiscalía en el juicio en Nueva York contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, acusado de conspirar para traficar drogas y posesión y uso de armas en Estados Unidos, afirmó este miércoles que entregó «un millón de dólares» al imputado a cambio de protección.
Alexander «Chande» Ardón, exalcalde de El Paraíso, Copán, condenado en Estados Unidos por narcotráfico, aseguró que alrededor de 2009 se reunió con Hernández, entonces diputado del Partido Nacional de Honduras, y le entregó la mencionada cantidad para obtener ayuda política y financiera, a cambio de evitar investigaciones por parte de la Fiscalía.
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El testigo también señaló que Joaquín «El Chapo» Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, también sobornó a Hernández. Además, confirmó que logró introducir aproximadamente 250 toneladas de droga en Estados Unidos.
Ardón mencionó que hubo más pagos, pero no especificó la cantidad exacta, asegurando que fue considerablemente mayor. Destacó que colaboró en el tráfico de drogas con Tony Hernández, hermano del exmandatario, y Geovanny Fuentes Ramírez, ambos condenados a cadena perpetua en Estados Unidos.
Otro testigo de la Fiscalía, José Sánchez, excontador de la empresa arrocera Graneros Nacionales, recordó haber presenciado a Hernández y Fuentes discutiendo sobre drogas en las oficinas del propietario de la compañía, Fuad Jarufe. Sánchez afirmó que Hernández expresó su intención de introducir droga en Estados Unidos sin ser detectado.
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Sánchez, quien temía por su seguridad y la de su familia, abandonó el país en 2015 después de divulgar imágenes de dichos encuentros. La defensa de Hernández intentó desacreditar su testimonio acusándolo de participar en lavado de dinero y cuestionando su honestidad al señalar que buscó asilo político en Estados Unidos años después de vivir ilegalmente en el país.
