En un giro inesperado, el ex embajador de Estados Unidos en Bolivia, Victor Manuel Rocha, de 73 años, anunció el jueves su intención de declararse culpable de servir como agente secreto para el régimen comunista cubano durante décadas.
Este anuncio pone fin de manera sorprendentemente rápida a un caso que los fiscales han descrito como una de las traiciones más flagrantes en la historia del servicio exterior estadounidense.
Rocha admitió ante un juez federal los cargos de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero, lo que podría resultar en varios años de prisión.
“Estoy de acuerdo”, dijo Rocha cuando la jueza del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Beth Bloom, le preguntó si deseaba cambiar su declaración de culpabilidad.
Aunque la duración exacta de su condena no fue revelada durante la audiencia, los fiscales han llegado a un acuerdo sobre la sentencia. Rocha deberá comparecer nuevamente ante la corte el 12 de abril para el siguiente paso del proceso judicial.
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Los fiscales alegan que Rocha estuvo involucrado en «actividades clandestinas» en nombre de Cuba desde al menos 1981, año en que ingresó al servicio exterior de Estados Unidos. Se afirma que se reunió con agentes de inteligencia cubanos y proporcionó información falsa a funcionarios del gobierno estadounidense sobre sus contactos.
El caso se basa principalmente en las confesiones de Rocha, realizadas durante el año pasado a un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un agente de inteligencia cubano llamado «Miguel». En estas conversaciones grabadas en secreto, Rocha elogió a Fidel Castro como «Comandante», calificó a Estados Unidos como «enemigo» y se jactó de servir como topo cubano durante más de 40 años en los círculos de política exterior estadounidense.
«Lo que hemos hecho… es enorme… más que un Grand Slam», dijo en una de varias conversaciones grabadas en «secreto».