En el contexto del proceso de extradición de Assange, a quien Estados Unidos busca enjuiciar por la divulgación masiva de documentos confidenciales sobre sus operaciones militares y diplomáticas, la justicia británica solicitó nuevas garantías sobre el trato que recibiría el fundador de Wikileaks en caso de ser extraditado.
La esposa de Julian Assange expresó su preocupación por la ausencia de garantías ofrecidas por Estados Unidos luego de la solicitud de extradición por parte de la justicia británica.
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Las garantías que Estados Unidos debe proporcionar serán evaluadas por la justicia británica el 20 de mayo.
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En un comunicado, Stella Assange afirmó que Estados Unidos había ofrecido una «no garantía» con respecto a la posibilidad de que el australiano de 52 años pudiera invocar en su defensa la primera enmienda de la Constitución estadounidense, que garantiza la libertad de expresión, y una «garantía estándar» en caso de una hipotética condena a muerte.
Según la esposa de Assange, Estados Unidos argumenta que su esposo no puede invocar la primera enmienda debido a su no nacionalidad. La esposa de Assange agregó que Estados Unidos «se limita a una formulación sutil y evasiva; afirmando que Julian puede ‘intentar invocar’ la primera enmienda si es extraditado».
Stella Assange lamentó: «La nota diplomática no hace nada para aliviar la profunda preocupación de nuestra familia sobre su futuro; con la sombría perspectiva de que pase el resto de su vida en aislamiento en una prisión estadounidense por publicaciones periodísticas que han sido galardonadas».
Esta reacción de Stella Assange contrasta con la que siguió al anuncio por parte de Estados Unidos de que estaba considerando una solicitud de Australia para retirar los cargos contra el fundador de WikiLeaks.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó en una entrevista el miércoles pasado que Washington estaba revisando una solicitud de Australia que implicaba abandonar los cargos contra Assange, oriundo de ese país. Stella Assange calificó este anuncio como «una señal alentadora».
La justicia estadounidense puede condenar al fundador de WikiLeaks a hasta 175 años de prisión si es extraditado. Está acusado de haber divulgado más de 700,000 documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas estadounidenses desde 2010, especialmente en Irak y Afganistán.
Julian Assange ha estado luchando durante cinco años en los tribunales británicos para evitar la extradición.
