El partido liderado por el presidente Recep Tayyip Erdogan sufrió una aplastante derrota en las elecciones locales de Turquía este domingo, al perder el control de las principales ciudades y provincias estratégicas del país frente a la oposición y los críticos de su gobierno en el exilio.
Estos comicios, vistos como un referéndum sobre el liderazgo de Erdogan y sus políticas, marcan la primera derrota en los últimos 22 años para el mandatario turco.
La formación política principal de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) de tendencia socialdemócrata, superó en porcentaje de votos al partido de Erdogan, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de tendencia islamista.
El CHP logró una victoria contundente en las tres principales ciudades del país: Estambul, Ankara e Izmir, que representan aproximadamente el 30% de la población turca. Además, el partido opositor extendió su popularidad más allá de la costa oeste del país, ganando apoyo en provincias del centro de Anatolia y del Mar Negro.
La diferencia de votos fue especialmente notable en la capital, Ankara, donde el alcalde del CHP, Mansur Yavas, aseguró su reelección con una ventaja de más del 10% sobre su contrincante del AKP, Turgut Altinok, según los resultados preliminares.
Sin embargo, todas las miradas estaban puestas en Estambul, la mayor ciudad de Turquía, donde Ekrem Imamoglu ganó su reelección con el 50% de los votos, según el conteo preliminar. «Basándonos en los datos que hemos recopilado, puedo afirmar que la confianza de nuestros ciudadanos en nosotros ha sido recompensada», declaró Imamoglu a la prensa durante el recuento de votos.
La victoria de Imamoglu se interpreta como un importante impulso para su partido, que sorprendentemente perdió las elecciones presidenciales y parlamentarias del año pasado. Los analistas sugieren que Imamoglu, un político carismático, podría presentarse como candidato en las próximas elecciones presidenciales contra Erdogan.
El alcalde de Estambul ganó las elecciones en 2019 con el apoyo de otras fuerzas opositoras. Aunque en estos comicios, sus antiguos aliados presentaron candidatos propios, lo que no le restó votos.
