En una sesión legislativa marcada por intensos debates y tensiones, la denominada ley ómnibus sufrió una dura derrota en el Congreso. Inicialmente, se vislumbraba la aprobación de artículos que habrían disminuido las facultades del Congreso en favor del presidente ultraderechista, Javier Milei. Sin embargo, tras el revés sufrido por la oficialista La Libertad Avanza (LLA) y sus aliados de Juntos por el Cambio, el curso de los acontecimientos cambió drásticamente.
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Antes de abordar el tema de las privatizaciones, se anunció que la controvertida iniciativa regresaría a comisiones, lo que provocó la paralización de todo lo sancionado hasta el momento. Este movimiento estuvo acompañado de acusaciones de extorsión y traición por parte del oficialismo hacia los gobernadores, la mayoría de la Unión Cívica Radical (UCR).
El comunicado
En un comunicado conjunto, los gobernadores expresaron su apoyo al decreto de necesidad y urgencia (DNU) y rechazaron las acusaciones de traición, enfatizando que cumplieron con las leyes y no merecían ser objeto de ataques personales.
La situación cobró mayor atención cuando se comunicó que Javier Milei se encontraba en Israel, donde se enteró de los eventos a través de su hermana Karina. Se especuló sobre la posibilidad de un plebiscito, aunque se aclaró que constitucionalmente no sería vinculante.
En Buenos Aires, el anuncio de la caída de la ley ómnibus desencadenó manifestaciones frente al Congreso y bocinazos de automóviles. La ministra de Seguridad, Patricia Bullruich, envió refuerzos policiales ante la tensión, aunque los manifestantes expresaron su alegría ante el resultado.
La serie de medidas impopulares tomadas por el gobierno, incluyendo el congelamiento de salarios, el aumento de tarifas y la suspensión de la ayuda social, ha exacerbado el malestar público. El aumento de las tarifas de transporte público, en particular, desencadenó una ola de protestas populares.
El debate en la Cámara de Diputados reflejó las disidencias dentro del oficialismo y los bloques dialoguistas, y finalmente resultó en la derrota de la ley ómnibus. La presidenta de la cámara, Martín Menem, convocó a un receso y a reuniones con los presidentes de los bloques, excluyendo a algunos sectores de la oposición.
Las críticas a las medidas del gobierno, incluyendo los aumentos de tarifas y la eliminación de subsidios energéticos, han sido generalizadas. Elisa Carrió de Coalición Cívica calificó la iniciativa como un «horror constitucional» y advirtió sobre posibles consecuencias legales para quienes la respaldaran.
La derrota de la ley ómnibus en el Congreso ha desatado tensiones políticas y protestas populares, reflejando el malestar generalizado ante las políticas del gobierno.