El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha anunciado la declaración de estado de excepción debido a una grave conmoción interna en todo el territorio nacional, en respuesta a la crisis energética que actualmente atraviesa el país. Esta medida, emitida a través de un decreto presidencial, tiene una duración prevista de 60 días.
La decisión gubernamental se fundamenta en la emergencia presente en el sector eléctrico, que ha generado una situación de calamidad pública. El objetivo principal de este estado de excepción es asegurar la continuidad del servicio público de energía eléctrica.
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El Gobierno ha subrayado la necesidad urgente de adoptar medidas para hacer frente a esta situación crítica. En este sentido, se ha solicitado al Ministerio de Economía y Finanzas asignar los recursos necesarios para abordar esta emergencia, excluyendo aquellos destinados a los sectores de salud y educación.
Asimismo, se ha ordenado la movilización e intervención de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional, con el propósito de garantizar la seguridad de las instalaciones críticas de infraestructura energética y prevenir posibles sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas que puedan afectar su funcionamiento.
Los ministerios responsables de la ejecución de este decreto son el Ministerio de Energía y Minas, el Ministerio de Economía y Finanzas, el Ministerio de Defensa Nacional y el Ministerio del Interior.
Se espera que estas acciones permitan superar el déficit energético y asegurar el suministro del servicio en el futuro inmediato.
