El Gobierno israelí y el grupo islamista Hamás entraron en su cuarto día de cese al fuego este lunes, en medio de la incertidumbre sobre la duración adicional del acuerdo, una eventualidad contemplada en el pacto alcanzado la semana pasada por ambas partes.
El pasado viernes a las 7:00 h local, se puso en marcha un paréntesis de cuatro días que implicaba la liberación de 50 cautivos israelíes a cambio de la excarcelación de 150 palestinos, dejando abierta la posibilidad de extenderse hasta diez días si Hamás continuaba permitiendo la liberación de al menos 10 rehenes diarios.
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Tanto el grupo islamista como el Gobierno israelí manifestaron públicamente este domingo su deseo de prolongar el acuerdo, aunque esta intención aún no se ha concretado.
Hamás ayer emitió un comunicado expresando su disposición a extender el acuerdo más allá de los cuatro días originalmente acordados. Posteriormente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostuvo conversaciones con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicando su consideración favorable a la posibilidad de prorrogar el pacto actual.
No obstante, subrayó que tras este alto el fuego temporal, Israel continuaría sus acciones con determinación hasta alcanzar sus objetivos en el conflicto.
Además, diversas voces de la comunidad internacional han instalado a la ampliación de la tregua.
