Una corte del Reino Unido ha decidido que Julian Assange no será extraditado de manera inmediata a Estados Unidos por los cargos de espionaje, en un triunfo parcial para el fundador de WikiLeaks.
Dos magistrados del Tribunal Supremo británico han anunciado que otorgarán a Assange una nueva oportunidad de apelación a menos que las autoridades estadounidenses ofrezcan mayores garantías sobre su destino. Esta decisión implica que el prolongado litigio legal, que se remonta a más de una década, continuará su curso.
El caso ha sido pospuesto hasta el 20 de mayo
Los abogados de Assange presentaron hace poco más de un mes un recurso para evitar su extradición a Estados Unidos, argumentando que sus acciones, al revelar actos criminales graves de las autoridades estadounidenses, pondrían en riesgo su derecho a un juicio justo en el país norteamericano.
Assange ha estado luchando contra la extradición durante más de 10 años, primero durante siete años de autoexilio en la embajada ecuatoriana en Londres y posteriormente durante los últimos cinco años en una prisión de alta seguridad en las afueras de la capital británica.
Se le acusa de espionaje y del uso ilegal de una computadora al publicar documentos confidenciales en su sitio web. Los fiscales estadounidenses afirman que Assange ayudó a la analista de inteligencia militar Chelsea Manning a sustraer comunicaciones diplomáticas y archivos que WikiLeaks posteriormente publicó, poniendo así en riesgo vidas humanas.
Para sus seguidores, Assange es un periodista que expuso crímenes cometidos por las fuerzas armadas estadounidenses en Irak y Afganistán. Argumentan que las acusaciones en su contra tienen motivaciones políticas y que no puede esperarse un juicio imparcial en Estados Unidos.
Los jueces británicos han declarado que, si Estados Unidos no proporciona garantías adicionales, permitirán a Assange apelar su extradición, considerando aspectos como la violación de la libertad de expresión y el riesgo de enfrentar la pena de muerte.
Aunque se rechazaron seis de los nueve argumentos presentados por Assange en su recurso, los jueces indicaron que considerarían su apelación en función de tres cuestiones principales: la libertad de expresión, su condición de no ciudadano estadounidense y el riesgo de ser condenado a muerte.
A lo largo de más de una década de batallas legales, la salud física y mental de Assange ha sido motivo de preocupación tanto para su esposa como para sus partidarios.
