Un hombre que agredió con un martillo al esposo de la exlíder parlamentaria demócrata Nancy Pelosi en 2022 fue condenado este viernes a 30 años de prisión en Estados Unidos.
David DePape fue hallado culpable el año pasado de irrumpir en la residencia de la pareja en San Francisco, pocos días antes de las elecciones de medio término, y de cometer el ataque que dejó a Paul Pelosi, de 84 años, con una fractura en el cráneo.
En el momento del ataque, Nancy Pelosi era la tercera figura más importante del Estado y frecuentemente objeto de teorías de conspiración promovidas por la extrema derecha.
El juicio reveló cómo DePape, un carpintero canadiense en situación irregular y bastante aislado, se sumergió en un mundo de desinformación antes de actuar.
Según la fiscalía, el agresor «apuntó deliberadamente» a Nancy Pelosi «por su labor, su papel en nuestro sistema político».
Durante el proceso judicial, DePape confesó que su verdadero objetivo era la congresista, a quien planeaba «romperle las rodillas» si no admitía las «mentiras» del partido demócrata. Nancy Pelosi no estaba en su casa esa noche. La fiscalía había solicitado a la justicia de San Francisco que sentenciara a DePape a 40 años de prisión.
¿Qué fue lo que pasó?
En un asalto motivado por razones políticas, David DePape irrumpió violentamente en la residencia de los Pelosi en San Francisco durante la madrugada del 28 de octubre de 2022, a solo una semana de las elecciones al Congreso de ese año. En ese momento, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, se encontraba en Washington.
DePape, quien según los fiscales estaba influenciado por las teorías conspirativas de extrema derecha conocidas como QAnon, admitió en su testimonio durante el juicio que su objetivo era secuestrar a Nancy Pelosi.
Se enfrentó al esposo de Nancy, Paul Pelosi, golpeándolo en la cabeza con un martillo antes de que la policía, llamada al lugar, pudiera controlar al agresor. Un jurado declaró a DePape culpable en noviembre de intentar secuestrar a un funcionario federal y agredir a un familiar directo de dicho funcionario.
Paul Pelosi, de 82 años, sufrió fracturas de cráneo y otras lesiones que continúan afectándolo. En una carta dirigida al juez antes de la sentencia del viernes, Pelosi describió las secuelas del ataque, mencionando mareos, una placa de metal en su cabeza, problemas de equilibrio y daño nervioso permanente en su mano izquierda. En una carta separada, Nancy Pelosi instó al juez a imponer una pena «muy larga».
