El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha instado al Congreso a tomar medidas más contundentes para combatir el flagelo del fentanilo antes de que concluya su mandato. Esta petición se enmarca en un contexto político tenso, donde el ex presidente Donald Trump ha intensificado sus ataques contra la vicepresidenta Kamala Harris, acusándola de ser negligente en la lucha contra la entrada de drogas ilegales y migrantes sin autorización desde México.
La Casa Blanca anunció el miércoles una serie de propuestas presentadas por Biden con el objetivo de frenar la actual epidemia de drogas. Entre las medidas se incluye la presión al Congreso para aprobar leyes que establezcan un registro de prensas de pastillas y máquinas de elaboración de tabletas, así como el aumento de las penas para los condenados por tráfico de drogas y fentanilo.
Biden también propone endurecer las reglas para los importadores que envían paquetes pequeños a Estados Unidos, exigiendo que los remitentes proporcionen información adicional a las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Esta medida busca mejorar la detección de precursores de fentanilo que llegan al país en envíos de bajo valor, los cuales eluden las barreras aduaneras y comerciales.
Los nuevos esfuerzos del presidente no solo buscan combatir el fentanilo, sino también podrían beneficiar políticamente a Harris, la virtual candidata demócrata. Mientras tanto, Trump y sus aliados continúan señalándola como una figura central en las dificultades del gobierno de Biden en la frontera entre Estados Unidos y México.
«Demasiados de nuestros compatriotas pierden a sus seres queridos por el fentanilo», expresó Biden en un comunicado. «Es tiempo de actuar y de mantenernos unidos, por aquellos que hemos perdido y por todas las vidas que aún podemos salvar».
Además, Biden anunció la firma de un memorando de seguridad nacional destinado a mejorar el intercambio de información entre las fuerzas del orden y los organismos federales. El objetivo es comprender mejor los flujos de producción y tráfico del opioide sintético que ha devastado amplias zonas de Estados Unidos. Según datos de la Casa Blanca, en los últimos cinco meses se han incautado más de 442 millones de dosis de fentanilo en las fronteras estadounidenses.