Funcionarios estadounidenses han informado este miércoles que barcos y aeronaves de combate rusas se dirigen al Caribe, a donde llegarán en las próximas semanas.
Se trata de ejercicios militares como respuesta a la creciente tensión que se experimenta en la guerra de Ucrania derivada de la anulación de las restricciones para usar material bélico donado por los aliados del gobierno de Kiev en suelo ruso.
La flota hará escala en Cuba y Venezuela. Las maniobras no inquietan a la Casa Blanca que ha anunciado que dará seguimiento al despliegue militar.
El Ministerio de Exteriores de Cuba ha comunicado que una flotilla rusa integrada por tres barcos y un submarino nuclear recalará en La Habana entre el 12 y el 17 de junio.
“Ninguno de los navíos es portador de armas nucleares, por lo que su escala en nuestro país no representa amenaza para la región”, aclaró la Cancillería cubana, que indicó asimismo que “las visitas de unidades navales de otros países es una práctica histórica” con naciones con quienes el país mantiene “relaciones de amistad y colaboración”.
Estas maniobras se suman a otras por parte de Rusia que ya han tenido lugar en el Caribe. Los ejercicios se inscriben dentro de las llamadas “medidas asimétricas” que Putin anunció que aplicaría una vez que se conoció que Occidente permitiría el uso de sus equipos de guerra contra Rusia.
Durante su arribo al puerto de La Habana, serán disparadas 21 salvas desde una de las naves de la agrupación de buques como saludo a la Nación, las que serán reciprocadas por una batería de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias desde la Fortaleza San Carlos de La Cabaña.