Este lunes, Ryan Wesley Routh se presentó ante un tribunal en Florida tras ser acusado de un presunto ataque contra el expresidente y actual candidato republicano Donald Trump. El FBI ha clasificado el incidente, ocurrido el domingo en el club de golf de Trump en West Palm Beach, como «un intento de asesinato».
El ataque se produce apenas nueve semanas después de que Trump sobreviviera a otro atentado en un mitin en Pensilvania, donde fue herido de bala.
Routh, señalado como el autor del ataque más reciente, compareció ante el juez este lunes por la mañana. Ataviado con un uniforme azul oscuro de prisionero y con las manos encadenadas, permaneció en silencio durante unos cinco minutos antes de ser retirado de la sala por los alguaciles, a la espera de su próxima audiencia.
En esta primera audiencia, se le imputaron dos cargos federales: posesión de un arma de fuego por parte de un delincuente previamente condenado y posesión de un arma de fuego con el número de serie alterado. Según los fiscales, Routh podría enfrentar una pena de hasta 15 años de prisión por el primer cargo y cinco años adicionales por el segundo.
Se ha programado una audiencia de fianza para el 23 de septiembre, y una audiencia de causa probable o lectura de cargos para el 30 de septiembre, en función de si se emite una acusación formal en su contra.
Durante la audiencia, Routh reveló detalles sobre su situación financiera. Indicó que trabaja y percibe un salario de aproximadamente 3,000 dólares mensuales, aunque no cuenta con ahorros. Además, informó que posee dos camiones, con un valor combinado de 1,000 dólares, localizados en Hawái. También mencionó que tiene un hijo de 25 años al que apoya de manera esporádica.
Los documentos judiciales describen los cargos y las penas a las que Routh podría enfrentarse si es hallado culpable. La posesión de un arma de fuego por parte de un convicto acarrea una posible sentencia de hasta 15 años de prisión, una multa de 250,000 dólares y tres años de libertad supervisada.
El segundo cargo, por la posesión de un arma con el número de serie borrado, conlleva una pena máxima de cinco años de cárcel, una multa de 250,000 dólares y tres años adicionales de libertad bajo supervisión.
Routh, que permanece bajo custodia, espera el desenlace de su caso, mientras las autoridades continúan investigando los detalles del presunto atentado.