Javier Milei, el economista libertario y ultraliberal que ganó las elecciones presidenciales de octubre con el 40% de los votos, asumió este domingo como presidente de Argentina. Su llegada al poder supone un cambio radical en la política del país, que ha estado tradicionalmente dominada por la izquierda y la derecha.
Argentina: el ascenso de Javier Milei
En su discurso de investidura, Milei prometió aplicar un «tratamiento de shock» para sacar a Argentina de la profunda crisis económica que atraviesa. «Enfrentamos una realidad dura: no hay dinero y no hay alternativa al ajuste. Necesitamos un shock para revertir la situación«, exclamó ante una multitud reunida en la plaza frente al Congreso. Aunque anticipó un empeoramiento a corto plazo, expresó su confianza en que los esfuerzos aplicados generarán frutos positivos a largo plazo.
Milei, de 51 años, es un completo ajeno a la política tradicional, a la que despectivamente se refiere como «la casta». Su llegada al poder ha sido recibida con entusiasmo por sus seguidores, que ven en él una figura disruptiva que puede acabar con la corrupción y la ineficiencia del Estado. Sin embargo, también ha sido recibida con preocupación por otros sectores de la sociedad, que temen que sus políticas puedan agravar la crisis económica.
Argentina, la tercera economía de América Latina, enfrenta desafíos significativos, incluida una inflación anualizada superior al 140% y una tasa de pobreza que supera el 40%. En respuesta, Milei ha propuesto medidas drásticas que incluyen la reducción del gasto público, la disminución del tamaño del Estado y la liberalización económica. Estos cambios son significativos en un país acostumbrado a políticas de subsidios y déficit fiscal durante años.
Opinión Pública
La opinión pública sobre el nuevo presidente está dividida. Mientras algunos, como Franco Propato, un vendedor de motos de 23 años, expresan entusiasmo y disposición a darle tiempo a Milei para implementar sus cambios, otros, como Martina Soto, de 66 años, expresan preocupación por la posibilidad de un empeoramiento de la inflación.
A pesar de que Libertad Avanza, el partido de extrema derecha de Milei, es la tercera minoría en el Congreso, el presidente buscará conciliar con otras fuerzas políticas para avanzar en sus reformas.
Se espera que el mandato de Milei incluya decisiones significativas sobre la devaluación del peso y la reducción del gasto, mientras que la dolarización, un tema central de su campaña, queda en espera de los resultados de su plan económico. A pesar de los desafíos y la incertidumbre, Milei ha asegurado que mantendrá la asistencia social para los más necesitados.
La llegada de Milei al poder marca un cambio significativo en la política argentina, y su gestión estará marcada por la necesidad de implementar un plan de shock en un país dividido y con una economía en crisis.
Por: Patricio Álvarez.
