La reunión entre Andrés Manuel López Obrador y Xi Jinping en California fue un paso importante en la cooperación entre ambos países para combatir el tráfico de fentanilo.
China se comprometió a proporcionar información sobre los vínculos comerciales entre los cárteles mexicanos y los proveedores asiáticos de precursores químicos. Esta información será crucial para las autoridades mexicanas y estadounidenses para rastrear y desmantelar las redes de tráfico de fentanilo.
La reunión también marcó un cambio en la postura de México sobre la existencia de laboratorios de fentanilo en el país. En el pasado, el gobierno mexicano ha negado la existencia de estos laboratorios, pero hoy reconoció que existen y que están trabajando para combatirlos.
Estos cambios son positivos y sugieren que ambos países están comprometidos a trabajar juntos para combatir el tráfico de fentanilo, una amenaza grave para la salud pública de ambos países.
En particular, las siguientes son las implicaciones de la reunión para México:
- El gobierno mexicano está más obligado a embestir contra los grupos criminales que trafican fentanilo. Esto significa que las autoridades mexicanas deberán aumentar sus esfuerzos para investigar, arrestar y enjuiciar a los miembros de estos grupos.
- El gobierno mexicano deberá también ir tras empresas privadas que estén involucradas en el tráfico de fentanilo. Esto podría incluir empresas que importan precursores químicos desde Asia o que venden fentanilo en México.
La designación de Pablo Gómez como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) es crucial para la lucha contra el tráfico de fentanilo. Gómez tiene experiencia en investigar y perseguir el lavado de dinero, lo que es esencial para atacar la infraestructura financiera de los grupos criminales.
La reunión entre López Obrador y Xi Jinping es un paso importante en la cooperación entre ambos países para combatir el tráfico de fentanilo. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer para desmantelar estas redes criminales.
Por: Patricio Álvarez.