El panorama del COVID-19 en América Latina muestra un preocupante repunte tras las festividades de fin de año, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS), subrayando que el virus continúa «mutando y matando», instando a no bajar la guardia.
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En los últimos meses de 2023, surgió una nueva variante, la JN.1, que se propaga con mayor facilidad y muestra resistencia al sistema inmunitario. En respuesta, la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han recomendado el retorno al uso de mascarillas en lugares cerrados, especialmente en entornos hospitalarios, ante el incremento de pacientes con COVID-19 y otras afecciones respiratorias.
Aunque la situación del coronavirus ha mejorado, las autoridades sanitarias insisten en reforzar la vacunación para evitar posibles escaladas de casos. «Las nuevas variantes, como la Omicrom o JN.1, son consideradas de interés por los cambios en el comportamiento del virus y su impacto en la salud», indicó la OMS.
En Estados Unidos, varios hospitales han vuelto a imponer el uso de mascarillas ante el aumento de contagios. Según los CDC, en la semana del 9 de diciembre de 2023, se registraron 1.614 muertes por COVID-19. Aunque las cifras son inferiores al récord de 25.974 muertes en la semana que terminó el 9 de enero de 2021, cientos de personas siguen falleciendo semanalmente.
En América Latina, República Dominicana ha experimentado un brusco aumento de casos, con 793 contagios en la última semana. Bolivia ha visto incrementar sus contagios en un 130%, y en Paraguay, el Ministerio de Salud alerta sobre el aumento de la circulación del virus. Perú reporta 15 muertes en lo que va de 2024, instando a reforzar la vacunación.
En Colombia, el Instituto Nacional de Salud (INS) señala que, a pesar de la circulación de nuevas variantes, no se observa una mayor gravedad de la enfermedad. Puerto Rico, por otro lado, enfrenta un aumento diario de 641 infecciones, coincidiendo con un incremento en las visitas a salas de emergencias por otras enfermedades respiratorias. Aunque el Gobierno de la isla no ha anunciado medidas adicionales, la situación sigue siendo monitoreada de cerca.
