El presidente Trump declaró el viernes 13 de marzo de 2020 una emergencia nacional por la rápida propagación del coronavirus, abriendo así la puerta para proporcionar aproximadamente 50,000 millones de dólares en ayuda federal para combatir la enfermedad, con más de 1,800 contagiados y 41 personas muertas.
El republicano instó a los estados a establecer centros de operaciones de emergencia y prometió «un fuerte aumento» en las ayudas para combatir el nuevo virus. Trump expresó que no se escatimaría en recursos y no especificaba, desde entonces, cuánto tiempo se prolongaría el estado de emergencia.
BREAKING: Pres. Trump declares national emergency.
— ABC News (@ABC) March 13, 2020
— Opens up to $50 billion for states, territories and localities.
— Calls for states to set up emergency centers.
— Calls on hospitals to activate emergency preparedness plans.
— Confers new authorities to HHS secretary. pic.twitter.com/AMLe2eOjWX
El 13 de marzo, el exmandatario también dijo que habría unos cinco millones de pruebas de coronavirus disponibles, pero que «dudaba» que se necesitaran tantas e instó a los estadounidenses a buscar la prueba sólo si lo creían necesario.
Trump también anunciaba que, con ayuda de Google, se desarrollaría una página web en la que los ciudadanos «podrían tomar la decisión de si deben hacerse un test», y si se daba la circunstancia, dirigirles hacia el «lugar adecuado».
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En uno de sus momentos más críticos, casi un año después de la llegada del virus a Estados Unidos, aquel país registró 82,000 contagios diarios y más de medio millón de muertes: las muertes registradas en Estados Unidos a causa del COVID-19 representaron una quinta parte de los casi 2.5 millones de víctimas mortales conocidas en el mundo.