El pasado fin de semana, la ciudad brasileña de Río de Janeiro y su región metropolitana fueron golpeadas por un devastador temporal que dejó como saldo al menos once personas fallecidas, según informaron las autoridades locales. El evento, que ocurrió entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, provocó inundaciones en numerosas calles y generó caos en la segunda mayor ciudad del país.
Las víctimas
Entre las víctimas mortales, se reporta un hombre que perdió la vida a causa de un deslizamiento de tierra, mientras que otros dos fallecieron por descargas eléctricas. La mayoría de las víctimas lamentablemente perdieron la vida ahogadas debido a las crecidas de los ríos. El Cuerpo de Bomberos del estado atendió aproximadamente 230 incidentes relacionados con las lluvias en las últimas 24 horas.
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Además, una mujer se encuentra desaparecida tras la caída de su vehículo en el río Botas durante la noche del sábado.
Situación de emergencia
A pesar de que las lluvias remitieron el domingo por la tarde, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, declaró una situación de emergencia en el municipio y recomendó a los ciudadanos evitar desplazarse, instándolos a permanecer en lugares seguros. En un mensaje difundido en redes sociales, advirtió a la población sobre los peligros de transitar por áreas inundadas.
El temporal obligó a cerrar importantes vías de entrada a la ciudad, como la Avenida Brasil, durante varias horas en la mañana del domingo. También se cerraron paradas de metro y autobús, principalmente en la zona norte. Además, por precaución, se cerraron parques ante el riesgo de derrumbe de árboles, y los ensayos de las escuelas de samba preparativos para el carnaval fueron cancelados.
Las inundaciones dejaron a un hospital de la zona norte sin suministro eléctrico durante parte del día, según las autoridades locales. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su apoyo a los alcaldes de la región y garantizó la asistencia del Gobierno federal a la población afectada.
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, lamentó profundamente las pérdidas humanas y aseguró estar trabajando incansablemente para evitar más tragedias en la región.
