Las autoridades parisinas han activado desde la madrugada de este jueves un estricto control de acceso a las orillas del río Sena, que servirá como escenario principal para la inauguración de los Juegos Olímpicos 2024 el 26 de julio.
«Este es el perímetro rojo, y aquí está el perímetro gris», explica un gendarme en la plaza Palais Royal de París, donde se han establecido las restricciones de acceso a las orillas del Sena con motivo del evento deportivo.
El perímetro gris, conocido también como zona de Seguridad Interna y Lucha contra el Terrorismo (SILT), entró en vigor esta mañana. Se están llevando a cabo controles en toda la capital para acceder a las orillas del Sena. Según un informe de la prefectura de policía, durante la mañana de hoy, el 90% de los usuarios ha logrado acceder al perímetro. Del 10% restante, el 98% son personas con pases para la zona roja alrededor de las sedes olímpicas, que aún no está activada.
En esta zona pueden ingresar residentes, profesionales y visitantes, siempre y cuando presenten un comprobante de reserva en hoteles, museos o restaurantes.
Después de franquear la barrera, se someten a un registro corporal rápido. Pauline, una abogada, aún no ha podido obtener su pase a pesar de haberlo solicitado hace tres semanas.
«Durante las primeras 24 horas habrá controles educativos y flexibles, pero solo para residentes y trabajadores permanentes en la zona gris», explicó Laurent Núñez, prefecto de policía de París.
Al otro lado del Sena, cerca del Puente de Saint-Michel, se repiten escenas similares. Casi 300,000 personas tienen derecho a un pase, según el prefecto de policía.
En esta área, los ciclistas y peatones a los que se les niega el acceso son desviados al cercano Puente Notre-Dame, que aún está abierto al tráfico.
Cerca del majestuoso edificio del ayuntamiento de la ciudad, un agente dirige a los peatones sin pase hacia el mismo Puente Notre-Dame, a unos 200 metros de distancia.
