Los pilotos de Fórmula Uno enfrentan desafíos extraordinarios en cada carrera, desde las frenéticas calles de Mónaco hasta el clima abrasador de la Ciudad de México. Sin embargo, el reciente Gran Premio de Qatar cruzó un límite crítico en términos de resistencia y seguridad, con pilotos al borde del colapso debido al calor extremo. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y la Fórmula 1 se han unido para abordar esta preocupante situación y garantizar la salud y seguridad de los competidores en futuras carreras.
Durante la carrera en Qatar, además de la victoria de Max Verstappen, las imágenes impactantes de pilotos que luchaban por bajarse de sus autos al final de la competición llamaron la atención. Algunos incluso necesitaron asistencia para salir de los vehículos. Los videos también mostraron cómo las fuerzas G ejercidas en el interior del coche provocaban que las cabezas de los pilotos chocaran contra los bordes de la cabina. Esta situación ha generado críticas hacia la FIA y Liberty Media por no garantizar la integridad de los pilotos.
La FIA ha respondido a estas preocupaciones emitiendo un comunicado en el que promete abordar la situación. El comunicado destaca que la FIA reconoce la gravedad de las extremas temperaturas y humedad experimentadas durante el Gran Premio de Qatar y su impacto en la salud de los pilotos. Aunque los pilotos son atletas de élite, no debería esperarse que compitan en condiciones que pongan en riesgo su salud y seguridad.
En ese sentido, la FIA asume la responsabilidad de establecer y comunicar los parámetros aceptables en los que deben celebrarse las competencias, particularmente en lo que respecta a la infraestructura del circuito y los requerimientos de seguridad de los vehículos. La organización ya ha comenzado a analizar la situación vivida en Qatar y se compromete a emitir recomendaciones para enfrentar condiciones climáticas extremas en el futuro.
La FIA tomará medidas concretas que se discutirán en la próxima reunión de la comisión médica en París. Estas medidas incluyen:
- Guías para los competidores: Se proporcionarán directrices claras a los pilotos sobre cómo prepararse y lidiar con condiciones extremas de calor.
- Investigación para la modificación de la cabina del vehículo: Se estudiarán cambios en el diseño de la cabina para garantizar la comodidad de los pilotos y reducir el impacto del calor extremo.
- Recomendaciones para cambios en el calendario: Se considerarán ajustes en el calendario de carreras para alinearlo con condiciones climáticas más seguras.
- Adopción de medidas del campeonato de rallies: Se tomarán lecciones del campeonato de rallies para mejorar la resistencia de los pilotos a las condiciones extremas.
El Gran Premio de Qatar demostró ser un verdadero desafío, a pesar de ser una carrera nocturna. El circuito de Lusail registró una temperatura ambiente promedio de 31°C, sin tener en cuenta el calor acumulado dentro de las cabinas de los pilotos, la ropa y los cascos que utilizan. Las fuerzas G y la falta de referencias en la pista, combinadas con el calor, causaron malestares físicos que llevaron a vómitos y dejaron a varios pilotos al borde del desmayo.
El piloto Charles Leclerc resumió la dureza de la carrera al afirmar: «Esta es la carrera más dura para todos los pilotos de Fórmula Uno, para todos, sin excepción. Especialmente con las fuerzas G, cuando estás muy deshidratado, puedes beber, pero la bebida es más un té que cualquier otra cosa porque está a más de 60°C, por lo que es extremadamente difícil hidratarte y volver a hidratarte con las fuerzas G, no ves tan bien».
La FIA y la Fórmula 1 están comprometidas en tomar medidas inmediatas para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro, garantizando así la salud y seguridad de los valientes pilotos de la categoría reina del automovilismo.