El piloto mexicano Sergio Pérez vivió otro sábado desastroso en la temporada 2024 de la Fórmula 1, esta vez en el Gran Premio de Hungría. Durante su primer intento en la calificación en el Hungaroring, Pérez perdió el control de su auto y se estrelló con fuerza en un muro, lo que lo obligó a retirarse de la sesión.
La lluvia fue un factor crucial en la calificación. Pese al asfalto mojado, Pérez y su equipo, Red Bull, optaron por una estrategia arriesgada. El tapatío, al volante del RB20, perdió el control y terminó impactando severamente el costado izquierdo de su monoplaza. Este riesgo, asumido por Pérez y su ingeniero, Hugh Bird, se debió a la presión por avanzar a la Q2, un desafío que se ha vuelto recurrente en las últimas carreras para el piloto mexicano.
El incidente dejó a Pérez en la posición 16 para la décimo tercera carrera del año. Con la bandera roja ondeando en Budapest, quedó claro que la lluvia fue un obstáculo insuperable para el mexicano.
Históricamente, el circuito de Hungría no ha sido favorable para Checo Pérez. En 13 participaciones, solo ha logrado subir al podio en una ocasión, y las condiciones de este domingo hacen que repetir esa hazaña parezca improbable.