El sueño de Adrián Fernández de honrar a Pedro Rodríguez en el Gran Premio Histórico de Mónaco se vio empañado por problemas mecánicos en su BRM de 1970.
El piloto mexicano se vio obligado a retirarse de la competencia luego de registrar un tiempo de 1:38.221 en la clasificación.
Fernández, conmovido por la historia de Rodríguez, se propuso conducir el mismo auto que el legendario piloto mexicano utilizó en 1970, un año antes de su fatal accidente. Tras una ardua búsqueda, logró adquirir el monoplaza de manos del español Jaime Bergel, quien quedó cautivado por la pasión del mexicano.
El BRM, aunque adaptado con ligeras modificaciones para la comodidad de Fernández, se mantuvo en sus condiciones originales. El piloto mexicano buscaba un vehículo perfecto para competir en el circuito de Mónaco.
Sin embargo, durante la clasificación, el auto comenzó a presentar problemas mecánicos, lo que obligó al equipo a tomar la difícil decisión de retirarse de la competencia. Un duro golpe para Fernández, quien esperaba rendir un merecido homenaje a Rodríguez en este escenario tan significativo.
A pesar del retiro, la pasión de Fernández por el automovilismo y el legado de Pedro Rodríguez permanece intacta. El piloto mexicano espera tener la oportunidad de competir nuevamente en el futuro y honrar la memoria de uno de los grandes pilotos mexicanos.
La competencia de la serie D para autos de Fórmula 1 del periodo de 1966 a 1972 se llevará a cabo este domingo, con 12 vueltas o 35 minutos de recorrido.
Este evento sirve como un recordatorio del talento y la pasión de Pedro Rodríguez, un ícono del automovilismo mexicano que sigue inspirando a las nuevas generaciones de pilotos.