Llamado el cronista de la generación de la onda, el escritor es recordado por sus lectores y por su editorial con una edición especial de La Tumba
Este 16 de enero se conmemora el primer aniversario del fallecimiento de José Agustín, uno de los escritores más destacados y queridos de la literatura mexicana contemporánea. El autor, quien dejó una huella imborrable en las letras nacionales, falleció en Cuautla, Morelos, el 16 de enero de 2024, a los 79 años. Su partida marcó el cierre de una era para la literatura mexicana.
José Agustín, nacido en Acapulco en 1944, fue mucho más que un narrador: periodista, ensayista, traductor, dramaturgo, director y guionista de cine. Como miembro destacado de la llamada «literatura de la Onda» en los años 60 (sello que no le gustaba), Agustín se caracterizó por su capacidad para mezclar literatura con las vibraciones del rock and roll, la contracultura y la juventud rebelde de su tiempo. Su prosa, fresca, irreverente y a menudo cargada de humor negro, reflejaba una realidad mexicana muchas veces invisible, un México alternativo en el que el desencanto y el deseo de libertad se entrelazaban.
A lo largo de su carrera, Agustín escribió sobre los jóvenes que buscaban escapar de las estructuras rígidas de la sociedad, pero también sobre un país sumido en los claroscuros de la modernidad. Su obra no solo capturó las tensiones políticas y sociales de su tiempo, sino que también ofreció un espacio para que los jóvenes pudieran verse reflejados en los personajes que poblaban sus libros.
Para recordar a uno de los autores que más contribuyó a la transformación de la literatura mexicana, el 16 de enero de 2025 se presenta una edición especial de su obra más emblemática: La tumba. Publicada originalmente en 1964, es uno de los grandes clásicos de la literatura mexicana del siglo XX. Esta nueva edición conmemora sus 50 años de existencia, incluyendo fotografías inéditas de Agustín y conversaciones que permiten conocer más a fondo su vida, sus procesos creativos y sus momentos más significativos, a través de relatos de familiares, amigos cercanos y escritores que compartieron con él su camino literario.
La tumba cuenta la historia de Gabriel, un adolescente que, como muchos de los personajes creados por Agustín, vive entre el desencanto y la búsqueda de su identidad. Hijo de una familia acomodada, Gabriel encuentra en la escritura y la música sus únicas pasiones auténticas, mientras navega por la compleja y a menudo confusa realidad de su entorno. La obra se caracteriza por su tono directo, su lenguaje crudo y su mirada despojada de romantismos, elementos que convirtieron a Agustín en un referente de la literatura juvenil de su época.
Su obra no se limitó a esta novela: De perfil (1966), Inventando que sueño (1968), Ciudades desiertas (1982), Cerca del fuego (1986), entre otras, configuran un corpus literario que, como bien señaló la escritora Margo Glantz, capturó el lenguaje y el espíritu de una generación que se sentía incomprendida, pero que encontró en la pluma de Agustín un espejo para sus propios dilemas existenciales.
José Agustín, a pesar de su renuencia a ser encasillado, se convirtió en la voz de una juventud que, en su afán de encontrar su lugar en un mundo cambiante, abrazó la contracultura, el rock y las corrientes filosóficas que exploraban lo absurdo y lo existencial. Su estilo, subversivo y sin complejos, dejó una marca profunda en las generaciones posteriores, que aún leen y releen sus obras con la misma fascinación que aquellos primeros lectores de los años 60.
Además de su vasta producción literaria, José Agustín recibió diversos premios, entre los que destacan el Premio de Narrativa Colima, el Premio Mazatlán de Literatura y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura, distinciones que consolidaron su figura como uno de los escritores más importantes de México.