La tormenta tropical Francine ha ganado fuerza en el Golfo de México y se espera que este martes se convierta en huracán antes de tocar tierra en Luisiana, según el pronóstico del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
El NHC emitió una alerta de marejada ciclónica para una extensa área que abarca desde el este de Houston hasta la desembocadura del río Mississippi, al sur de Nueva Orleans. Esta advertencia implica un alto riesgo de inundaciones peligrosas que podrían resultar mortales.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, instó a los residentes a mantener la calma, pero a estar preparados para evacuar si es necesario. “No queremos que la gente espere hasta el último momento para salir a carretera y quedarse sin combustible”, señaló Landry, subrayando la importancia de atender las indicaciones de las autoridades. Se espera que Francine toque tierra el miércoles por la tarde como un huracán de categoría 2, con vientos que oscilarán entre los 155 y 175 km/h.
Brad Reinhart, especialista en huracanes del NHC, advirtió sobre el potencial de marejadas ciclónicas y vientos huracanados peligrosos. Además, se prevé que Francine deje acumulaciones de lluvia de entre 10 y 20 centímetros (4 a 8 pulgadas), con picos locales de hasta 30 centímetros (12 pulgadas), en gran parte de Luisiana y Mississippi hasta el viernes. Estas precipitaciones podrían desencadenar inundaciones urbanas y repentinas significativas.
La tormenta se dirige hacia una región de la costa de Luisiana que aún no ha logrado recuperarse completamente de la devastación causada por los huracanes Laura y Delta en 2020, y por el huracán Ida en 2021. En Lake Charles, un edificio de 22 plantas que se había convertido en un símbolo de los estragos de estas tormentas fue demolido el pasado fin de semana tras permanecer en ruinas durante casi cuatro años.
Meteorólogos anticipan que la marejada ciclónica generada por Francine podría alcanzar hasta 3 metros (10 pies) de altura, afectando áreas desde Cameron hasta Port Fourchon y la bahía Vermilion.
En Nueva Orleans, la alcaldesa LaToya Cantrell pidió a los residentes que se preparen para refugiarse en sus hogares. “Este es el momento de finalizar sus planes para la tormenta y asegurarse de proteger tanto a sus familias como a sus vecinos”, declaró.
Las autoridades de la ciudad prevén hasta 15 centímetros (6 pulgadas) de lluvia, vientos fuertes y posible actividad de tornados, con las condiciones más severas esperadas entre el miércoles y jueves.
El NHC informó que Francine se localizaba a unos 195 kilómetros al sur-sureste de la desembocadura del río Bravo y a unos 665 kilómetros al sur-suroeste de Cameron, con vientos sostenidos de aproximadamente 100 km/h, avanzando hacia el nor-noroeste a 7 km/h.
