Dieron a conocer que debido a que han sufrido actos de extorsión y violencia por parte de criminales, se manifestarán cerrando las principales entradas y salidas de la Ciudad de México
Este viernes 17 de enero, transportistas y operadores de “Rutas Hermanas” llevarán a cabo un mega bloqueo en las principales entradas y salidas de la Ciudad de México, como parte de una protesta para exigir la intervención de las autoridades en la creciente violencia y extorsión que sufren a manos de grupos criminales.
El paro se iniciará a las 9:00 horas y afectará a varias de las rutas más importantes del Valle de México, como la Autopista México-Cuautla, la México-Texcoco, la México-Pachuca, el Circuito Exterior Mexiquense, Periférico, la Avenida Pantitlán, el Bordo de Xochiaca, y la Calzada Ignacio Zaragoza. Se prevé que el oriente de la capital sea la zona más afectada por el bloqueo, lo que provocará caos vial en las primeras horas de la mañana.
Los transportistas denuncian que los grupos criminales, que operan con la complicidad de algunos funcionarios públicos, han intensificado las extorsiones, exigiendo pagos regulares para que los conductores puedan trabajar sin problemas. Aseguran que han llegado al extremo de asesinar a choferes que se niegan a ceder ante el cobro de “piso” y otras amenazas. Según los transportistas, estos grupos delincuenciales están centrados principalmente en las empresas de transporte, aunque sus métodos afectan también a otras partes de la economía informal y formal.
La medida de protesta surge como resultado de la falta de respuesta por parte de las autoridades ante las demandas de seguridad de los operadores. A pesar de los esfuerzos de diálogo previos, los transportistas afirman que la situación se ha vuelto insostenible y que la violencia y las extorsiones continúan aumentando sin que se tomen acciones concretas para frenar los ataques.
Este bloqueo, que paralizará las vías de acceso más importantes a la Ciudad de México, tiene como fin llamar la atención de las autoridades y exigir soluciones inmediatas. Los choferes y las empresas de transporte exigen mayor protección y una acción más decidida por parte de las autoridades para erradicar la extorsión y garantizar un ambiente seguro para los trabajadores del sector.
Los ciudadanos que planeen transitar por estas zonas deben estar preparados para el desvío de tráfico y posibles retrasos. Mientras tanto, la tensión sigue creciendo entre los transportistas, quienes afirman que si no se les da una respuesta rápida y eficaz, no descartan continuar con las protestas y medidas de presión.