La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que alrededor del 40% de la población mundial enfrenta dificultades para conciliar o mantener el sueño, siendo el insomnio la preocupación más común.
En México, aproximadamente el 45% de los adultos experimentan una calidad de sueño deficiente, y uno de cada cinco sufre de insomnio, según Daniel Martínez Cabrera, director de la Clínica de Especialidades en Neurosiquiatría del Issste.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2016 reveló que el 28% de los mexicanos duermen menos de seis horas, aumentando así el riesgo de enfermedades crónicas y accidentes, y reduciendo la esperanza de vida.
En el Día Mundial del Sueño, la Secretaría de Salud resalta que hasta el 80% de los problemas de sueño pueden abordarse con una buena higiene del sueño, promoviendo hábitos saludables que preserven la calidad del descanso nocturno.
La clave reside en mantener un horario regular para dormir, asegurando un ambiente oscuro, tranquilo y agradable en el dormitorio, evitando dispositivos electrónicos, comidas pesadas, cafeína y alcohol antes de acostarse, así como ejercicios intensos justo antes de dormir.
Datos de la Unidad de Medicina del Sueño del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias indican que hasta el 30% de la población padece somnolencia diurna excesiva, lo que afecta la calidad de vida y la productividad, siendo la segunda causa de accidentes después del consumo de alcohol.
La somnolencia diurna excesiva puede atribuirse a hábitos de sueño poco saludables, factores socioculturales, largos tiempos de traslado, responsabilidades domésticas y cuidado de los hijos, entre otros.
El uso excesivo del celular, especialmente antes de dormir, y la falta de ejercicio durante el día son factores adicionales que contribuyen a la privación de sueño y a su mala calidad.
Como parte de las actividades conmemorativas, el Centro de Sueño y Neurociencias (CSN) organizó una siesta masiva en el Monumento a la Revolución, donde 350 personas participaron en un acto simbólico por el derecho a un sueño reparador. Bajo el lema «Equidad del sueño para la salud mundial», se llevó a cabo una meditación para promover la relajación física y mental, destacando así la importancia de un sueño equitativo para el bienestar global.
