El Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones en todo el mundo, ha sido objeto de atención por parte de especialistas de la UNAM. El profesor José Luna Muñoz, de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, destacó que este trastorno no debería llevar al aislamiento de los pacientes, enfatizando la importancia del contacto con la familia.
Según Luna Muñoz, el Alzheimer no es un proceso que se desarrolle únicamente con la edad, sino que implica hasta 20 años de acumulación de daños en el cerebro a nivel molecular. Los tratamientos actuales, aunque no curativos, pueden retrasar su avance, pero generalmente se aplican en etapas avanzadas de la enfermedad.
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En una conferencia titulada «Emociones y olvido», como parte de la Semana del Cerebro en Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, se explicó que el Alzheimer se caracteriza por la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo. La Asociación de Alzheimer reconoce 10 síntomas principales, que van desde cambios en la memoria hasta alteraciones en la personalidad.
Esta enfermedad afecta varias regiones del cerebro, incluyendo el lóbulo frontal, temporal y occipital, lo que resulta en una variedad de síntomas y complicaciones para los pacientes.
Para apoyar a quienes padecen Alzheimer, se recomienda la práctica de gimnasia mental, actividad física y paciencia por parte de los cuidadores. Es fundamental mantener a los pacientes cerca de la familia y evitar su aislamiento.
Existen dos tipos de Alzheimer: esporádico y genético. Mientras el primero ocurre en la mayoría de los casos y está relacionado con la edad, el segundo, aunque menos común, puede presentarse en edades más tempranas y está vinculado a factores genéticos específicos.
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A medida que la enfermedad progresa, se producen cambios en el cerebro que afectan gravemente la personalidad y el comportamiento de los pacientes. Desde depresión hasta delirios, estos síntomas varían en cada individuo, pero tienen un impacto significativo en su calidad de vida.
Para avanzar en la comprensión de esta enfermedad, se destaca la importancia de la donación de cerebros humanos post mortem, que permite investigar indicadores más tempranos y desarrollar mejores estrategias de diagnóstico y tratamiento.
El Alzheimer, con su complejidad y su impacto en la vida de quienes lo padecen, continúa siendo un desafío para la ciencia y la medicina, pero con el compromiso de la comunidad científica, se espera avanzar en su comprensión y manejo en el futuro.