Noruega tiene el túnel más largo del mundo para bicicletas y peatones, una infraestructura de 2,9 kilómetros que conecta los barrios de Fyllingsdalen y Mindemyren atravesando la montaña Løvstakken, con una altura de 477 metros.
El túnel, llamado Fyllingsdalstunnelen, está diseñado para facilitar el transporte sostenible y reducir el tráfico en la ciudad de Bergen. Cuenta con carriles separados para bicicletas y peatones, iluminación LED y un sistema de ventilación que garantiza un ambiente seguro y agradable.
El túnel forma parte de un plan del Ayuntamiento de Bergen para fomentar la movilidad urbana sostenible. La ciudad tiene como objetivo que el 70% de los desplazamientos se realicen en transporte público, bicicleta o a pie para 2030.
El túnel ya está abierto al público y está siendo utilizado por ciclistas y peatones de toda la ciudad.
El túnel Fyllingsdals tiene una serie de beneficios para la ciudad de Bergen, entre los que se incluyen:
- Reduce el tráfico en la ciudad: El túnel ofrece una alternativa segura y cómoda para los desplazamientos entre los barrios de Fyllingsdalen y Mindemyren. Esto puede ayudar a reducir el tráfico en las carreteras de la superficie y mejorar la calidad del aire.
- Facilita el transporte sostenible: El túnel anima a los ciudadanos a utilizar la bicicleta o el transporte público para desplazarse. Esto puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la salud de la población.
- Mejora la conectividad: El túnel conecta dos barrios separados por una montaña. Esto puede ayudar a promover el desarrollo económico y social de la zona.
El túnel Fyllingsdals es un ejemplo de cómo las infraestructuras sostenibles pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las ciudades.
